Mi amiga la presumida.

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Era de noche. La luna brillaba con fuerza, dando lugar a que su luz se escurriera a través de cada espacio entre edificios, árboles, rejillas y automóviles que acompañaban aquel paisaje. El frío moviéndose en una brisa casi capaz de cruzar a través de las almas de cada persona que ocupaba un espacio en las calles en aquel momento, solo había un paisaje muerto, cubierto con algunos tristes parches de lo que la sociedad llama; "Vida nocturna".


Atravesando esas frías calles, se encontraban un grupo de amigas, las típicas que  idolatran a la más arrogante, bella y presumida entre el lugar, como era de esperarse comandando ese pequeño grupo de 4 amigas, se encontraba aquella chica de la repugnante descripción. -Vamos al mirador de la montaña, la vista es hermosa para esta noche chicas- No muchas estaban de acuerdo, pero sus mentes débiles e ingenuas deciden hacer caso a su afirmación.

Llegan a una calle sola, para tomar el autobús que las llevara al lugar planeado. Al subirse, una de las chicas mira por la ventana de aquel solitario autobús, y lo único que ve es que una persona las esta mirando de forma decrepita, lamentablemente el cielo nocturno no le permitía reconocer si era hombre o mujer, pero por la forma en que les miraba, aquella persona quería algo de ellas. -A-amig-gas...- Dijo la chica de la ventana, con voz nerviosa, pues era una chica bastante sobre protegida en casa, así que poseía un miedo inculcado hacia los desconocidos.

-¿Que pasa Emily?- Pregunto Tania, la presumida del grupo, pues la notaba nerviosa. -¿Sucede algo?- Emily le mira y dice. -Creo que quieren violarnos, hay un hombre decrepito en esa acera-. Todas logran ver su silueta en la ventana. -Yo creo que a la única que violaría es a mi, pero no se sientan mal, es posible que venda sus órganos-. Dijo Tania, para hacerse destacar nuevamente entre ellas. Aquel ente de genero, nombre o rasgos desconocidos escucha ese chiste de mal gusto, y asqueado desaparece entre los obscuros callejones del lugar. Todas estaban haciendo bromas respecto al suceso, pero Emily tenia muy mala espina de lo que sucedería. _Me voy a casa, debo hacer tarea- Dijo ella, y se bajo a unas cuadras de su casa, ya que esta vivía cerca de la ruta de aquel autobús. -Cuídate, "niña de mami"- Dijo Tania en tono burlón. Ellas sigueron su viaje.

Emily comenzó a caminar, por algún motivo comenzó a sentir una mirada, casi tan fija que le comenzaba a doler la nuca. Volteo disimuladamente, al mirar un frió se le cruzo el pecho, pues tras ella estaba aquel ente que les vigilaba tras la ventana del autobús, así que apretó el paso y empezó a murmurarse así misma desesperada mente -¿Que hago?¿Que hago? Por Dios ¿Que hago?- Aquel ente podía escucharle, así que se acerco a su oído -Acobardarse, rezar... Implorar. Todas son reacciones aceptables-. Emily se quedo paralizada del miedo, mientras aquel ente le miraba a los ojos fijamente. De forma rápida, le golpeo la cabeza y se la llevo a un pequeño cuarto que había entre las cloacas. Por algún motivo no se podía escuchar ningún eco en esa habitación. El ente tomo un bisturí, y comenzó a trazar una linea pos cada parte del cuerpo de la chica -Tienes un bello cuerpo... Seria una lastima desperdiciarlo sin antes haberlo disfrutado-. Y paso su lengua por aquella linea que trazo. Emily, se sentía asustada, adolorida y excitada, aquel ente comenzó a besarle, sin tocas sus labios, solo su cuello, mientras que con aquel bisturí se abría paso para Retirarle el corazón, cuando sus dedos estaban rodeando aquel órgano vital, Este ente se quita las ropas y junto estas una extraña caja que distorsionaba su voz. Emily no sentía dolor, pues la belleza de este ser era hermosa. Emily se atreve a decir-Osea que tu eres...- Pero este ente le arranca el corazón antes de que siquiera pudiese mencionar su genero. 

-Es una vista hermosa, de lo que la pobre Emily se pierde jajaja, ¿No lo creen chicas?-. Dice Tania mientras mira a las demás chicas, las cuales no estaban a gusto con ella. -Debemos irnos- Cada una invento una excusa para apartarse de Tania. -Bien, no las necesito, este lugar es mejor si estoy sola- Dijo esta chica de forma arrogante.

Pasadas unas horas Tania se comenzó a sentir sola. -Bueno, al fin, tengo este lugar para mi sola, que lindo estar sola- Dijo esta para tratar de subirse el animo, pero una voz algo deformada interrumpe su monologo. -No estas sola, belleza- Tania voltea, y se paraliza al ver aquella silueta del autobús justo tras ella.

Comenzó a correr a través de los arboles buscando perderle, pero este ente era veloz, casi atlético. Así que encuentra un deposito de chatarra, y corre hacia allí en busca de un escondite, Al llegar se sienta dentro de un automóvil bastante dañado, asustada dice -N-No puedo morir así, soy muy bella para morir- Nuevamente aquel ente interrumpe su monologo. -La belleza se desvanece... Eso es lo que la hace bella-, procediendo a besarle, dirije sus dedos bajo el pantalón de aquella chica, consiguiendo excitarle, mientras que le hace un corte en la garganta, lo suficientemente profundo como para hacerle una corbata colombiana (Un método de tortura que consiste en sacarle la lengua a través del cuello, haciendo parecer que la victima lleva una corbata) Al retirar su lengua, procede a colgar a la chica en una de las grúas del deposito, antes de que Tania diera su ultimo suspiro, este ente se quito las vestimentas en frente de esta chica, haciéndole amar esa belleza que portaba ese ente, murió asombrada viéndole retirarse.

El arte de matar.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin