No hay dos huellas dactilares que sean iguales, siquiera que aparenten similitud. Lo que si hay, irrefutablemente, son situaciones parecidas. Situaciones donde todo parece fluir con total normalidad, como un día mas. La calma danza, danza y danza sin parar, hasta que tropieza. Sé que no estas preparado, sé que me entiendes.