prólogo

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recibo la taza de café que  uno de los cabos me entrega, sin dejar de observar la pantalla que me muestra a las mocosas que hace 3 semanas capturamos, algunas de ellas son insignificantes, a decir verdad, casi todas, pero hay una excepción, algo me dice que la chica de la habitación 405 es la indicada, solo espero no equivocarme.

-puaj, que asquerosidad de café preparan aquí,¡¡¡ puedes creer que no quisieron darme azúcar!!- dice Kant indignado, sacándome de mi ensoñación.

-deja de ser tan quejumbroso y acostúmbrate que esto será así durante un par de semanas mas- le muestro lo que esta en pantalla, y no se como tomar su reacción.

-en verdad esa niña me da escalofríos- dice señalando justo ala cámara de la habitación 405

- ¿por qué? yo no le veo nada de extraordinario- me encojo de hombros ante su intensa mirada acusatoria. 

-cambiando de tema, que tal y si vamos a desayunar, muero de hambre- le digo a kant para que deje de mirar a la mocosa de la habitación 405.

- solo espero que sirvan algo bueno, o de lo contrario no soportare mas estar aquí- y lo que dice solo me provoca aventarlo al mar por ser un maldito quejumbroso. 

llegamos a los comedores, las meseras se acercan a pedirnos nuestra orden, la cual fue unas tortitas. al cabo de 15 minutos kant propuso jugar al póker.

-vamos kant , ríndete ya van 3 partidas que te gano- le digo para molestarlo.

esta es la buena, esta partida la gano por que la gano.- increpa haciéndome reír, siempre que jugamos dice lo mismo.   

-espero que estés listo para perder- increpa con entusiasmo

- solo muestra las malditas cartas kant- le exijo para que se deje de pendejadas.

- pues he aquí póker mi estimado amigo-.lo dijo con mucha alegría.

- oh mi estimado kant en tu honor escalera real de color- increpe observando su cara de asombro.

- sabes que, ya no vuelvo a jugar ningún tipo de juego contigo- dice, lo que hace que desate una sonora carcajada.

pero dicha carcajada queda a medias con lo que dice uno de los cabos que entra muy precipitadamente....

-mi general una de las capturadas escapo-espeta, volteo a ver a kant, y en su mirada hay cierto temor, y preocupación. 

-¿cuál de ellas fue?- pregunta kant en un tono bajo esperando que no se trate de ella.

-la capturada de la habitación 405, con nombre verónica sorni - dice el cabo, provocando cierta sensación de incomodidad, tanto kant como yo nos apresuramos a llegar ala sala donde monitoreamos a las mocosas.

Al llegar me quedo estático sin poder creer lo que veo, kant a mi lado esta petrificado, en sus ojos solo se refleja temor, y lo entiendo no es fácil de digerir esto... es lo mas siniestro que he visto en mi vida... 





siniestraWhere stories live. Discover now