sexto pecado.

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Seducir tu alma
para que la ropa caiga lentamente,
besarte despacio,
cada centímetro y defecto que no te agrada,
saboreando tu ternura,
y ahi en esa parte donde te olvidas
que eres un angel
y te conviertes en un demonio
salvaje sin que nadie te domine.

Desnudemonos y que el corazón sea el
primero que eyacule de felicidad,
mientras nos acariciamos
sin censura cada linea imperfecta
de estos cuerpos,
escribiendo con nuestros labios
aquellos poemas que un día nos hicieron
sentir un orgasmo mental.

Que al ritmo de nuestros gemidos
nuestras caderas rimen,
improvisemos locura y dulzura,
una tormenta en este fuego que somos tu y yo,
porque cuando es lo correcto
cualquier punto en tu cuerpo
es el punto g,
acaba tu felicidad sobre mi,
y sonrieme desde cualquier parte de mi cuerpo
y hazme saber que soy feliz
al hacer de ti un hermoso verso libre
así como lo es tu alma.

El silencio De Los PecadosWhere stories live. Discover now