El semáforo se puso en rojo

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Es domingo tengo 11 y estoy volviendo de la casa de mi compañerita, mejor amiga, cintia. Escucho en la radio del auto a la locutora del programa pedir a los oyentes que llamen. Me atrapaba la radio, desde que recuerdo pegaba la oreja al parlante del minicomponente. Ya es obvio cuando tuve 11 no?

Ir en auto cuando caía la noche te aseguraba una historia, una charla real. La locutora da el número fijo de la radio, repite el dial para sintonizar y le recuerda a los oyentes que ella está ahí para escuchar lo que quieran compartir o lo que necesiten desahogar. Dice que ella es la fiel compañera y que pase lo que pase la encontrarían cada noche en el mismo horario y por el ya dicho dial. Aunque me gustaba escuchar no lograba oír cabalmente lo que esas palabras significaban. Exactamente con mis 11 y 2 veces más, entendí.

Cuando estás en el auto de la familia de tu compañerita de escuela después de una jornada de juegos y tenes la tarea del otro día pendiente, y además te olvidaste de pedir que te compren el papel glasé, no te parece posible que alguien sienta tanta angustia como para llamar a la radio y contar algo, lo que sea.

En mi ciudad natal, capital de provincia, las distancias son considerables y un rato de semáforo puede sumar una docena de minutos, y en la radio los segundos son oro puro.

El papá de Cintia ve el amarillo y frena, un señor muy correcto. En los asientos de atrás vamos; mi amiga en la ventana, yo en el medio y a lado, detrás del asiento de la mamá, el hermano de Cin.

¿Estamos?

¿Me escuchas? (Dice la locutora).

-Si, buenas noches

Responde la oyente que logró que la saquen al aire. Ya con 3 veces 11, aprendí que no es cuestión de suerte la interacción con los medios. Es más bien un " dame mucho y yo te saco algo", ese algo es la soledad.

Buenas noches cómo estás? Qué me querías compartir?

La Locutora da por sentado que ella está ahí para recibir, no le importa mucho qué, lo importante es que ese algo logre cubrir los segundos de aire y mejor si es un algo rendidor con lo que se pueda estar todo el bloque hasta la tanda, así recibían réplicas y devoluciones telefónicas del resto de los oyentes.

-SÍ, (asume su tarea quien llama). Estoy en mi auto y ( larga una risa aireada, casi una carraspera que intenta no mostrar dolor, más) y creo que estoy embarazada.

-Ah bueno!

Intervine la locutora, asumiendo la buena nueva, no creo que desde los medios hubiera estado bien que de por sentado que era una noticia mala. Eran tiempos de poca revolución y muchos medios.

- cómo te sentís?(amplía la receptora)

-bien, pero no sé bien qué hacer.

El primer y segundo "bien" parecen expresar cosas diferentes, pero sumados al aire que los empuja de la boca que está pegada al teléfono, expresan un "sola".

es normal asustarse La primera vez.

Dice la locutora otra vez asumiendo, como si aún no supiera que somos todos diferentes, que no nos pasan las mismas cosas y que no todos llaman la radio para contarle lo mismo. Quizás no asumía sino que sacaba promedios.

No, sería el 5to.  Responde quién como muchos llaman a la radio para decir que hicieron por 5ta vez a un ser humano, pero que con éste ya no sabe qué hacer.

Ah bueno( sin exclamación) 5 es un número.

Si.

Ya se lo contaste al papá (sí, asume)

No, todavía no se lo dije a nadie. Estoy en el auto y quería decirlo acá.

Bueno, gracias por confiar en mí y en este espacio que hacemos entre tantos, de éste y del otro lado todos somos uno y estamos con vos. Aunque sea difícil seguro vas a estar bien,si pudiste con 4 vas a poder hacer lo mejor también ahora. Todo el aprendizaje pasado está en vos y va a salir cuando lo necesites y si un día o una noche no encontrás fuerzas, sabes que estaremos aquí para acompañarte y sostenerte un rato.

Sí, gracias (se escucha del otro lado sin aire en el medio)

Entonces, ya está Él conectado?

Sin dudas, el embarazo de una madre de 4 no soltera, no le rindió al programa. Quizás a quién llamo le fue útil, no creo hoy que se sintiera escuchada o sostenida. Creo que nunca sabré qué sintió, nunca.

El semáforo da verde y avanzamos hasta la esquina de mi casa.

Con 33 entiendo que el programa servía y que lograba que quienes llamaban, a contar aquello que temían o lo que no podían compartir con los suyos, se descargaron.

Bajo del auto, saludo y doy las gracias. En la vereda están jugando mis 2 hermanos menores, le digo a Cintia que mañana nos vemos en la escuela. Entro a casa y mi hermana mayor, con cara de que no existo, pero que si falto yo o los otros 2,seguro por alguna cuenta matemática estrambólica ella sería responsable y culpable y por eso, castigada.

Siempre cargamos todos con ese miedo en las miradas.

Escucho el auto, me asusto, subo las escaleras corriendo. También corren los 2 que estaban afuera y la mayor cuenta, se libera de culpa y entra al baño. Ésta rutina tenía variantes, pero en fin siempre era ocasionada por lo mismo, el terror al ruido del auto y al posible, siempre malo, humor de quién conducía. Rutina que tenía también el mismo fin, que parezca que no hicimos nada, ni vivir si hiciera falta.

Sobre esto no se podía hablar en ningún programa de radio.

Programas sin duda útiles, que seguiré amando como oyente, a los que nunca llame. Pero de los que tardíamente entendí que son fuente de relajación mental y hasta corporal. Porque como en aquel semáforo que se puso en amarillo y me permitió escuchar a mi vieja diciendo que no sabia qué hacer, en casa el semáforo también se puso en rojo porque seguimos siendo 4.

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⏰ Last updated: Apr 28, 2022 ⏰

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El semáforo se puso en rojo.Where stories live. Discover now