Unica Parte

679 59 10
                                    

La domesticidad no era algo que Julián esperaba poder disfrutar tanto, sin embargo ahí estaba, cocinando un asado en un domingo en Manchester tratando de seguir los tips que el Dibu le había dado, en la cocina se encontraba Haaland haciendo varios tipos de ensaladas, que era lo que mejor sabía hacer.

Mirandolo desde el otro lado del jardín no pudo entender como habían trascendido de ser simplemente compañeros que no se hablaban más de lo laboralmente necesario a lo que actualmente era.


...
Todo empezó en una fiesta que había organizado Haaland en su departamento en Manchester, las personas se habían retirado una a una hasta que solo quedaron el argentino y el noruego, las horas se habían esfumado cómo incienso, bailaron con los pies descalzos, y bebieron de todo hasta terminar con lo último que quedaba de un asqueroso vino rosado, cuando por fin se cansaron ambos tomaron asiento en el suelo bajo el enorme sofá que adornaba el centro de la sala de estar, sus cuerpos uno frente a otro y los pies de Julián en el regazo del rubio como si fueran los amigos más cercanos, para Julián era fácil poder comprender el inglés de Haaland porque no hablaba como un nativo y el rubio a cada rato le hacía burlas por su extraño acento. Había reído tanto que tenía que apretar con fuerza su vientre para alivianar el dolor.

—¿Cómo terminamos de este modo? — susurro Haaland, acomodando su cabeza en el borde del sofá color borgoña. Hizo un gesto con su mano para que Julián se acercara y el más bajito hizo caso a la petición gateando hasta ponerse a su lado.

—Creo que podemos culpar al vino barato que trajo Grealish— le contesto Julián algo adormilado por el bajón de adrenalina, apoyo su cabeza cansada en el hombro del rubio

—No suelo beber hasta el final de una temporada de todos modos, me suele pegar más por eso—

—Ajam— fue la única respuesta de el argentino, que levanto su rostro en dirección al rastro—pero lo merecemos, ganamos la Premier en nuestra primera temporada.

—Fue muy útil tener un Campeón del Mundo de compañero —

Una sonrisita tímida fue la respuesta de Julian quien observó a su compañero, le gustaba el magnetismo que le atraía hacia Erling, lo hacía sentir cómodo.
Los últimos meses no podía estar mejor como profesional, pero por la parte sentimental estaba echo un asco, su novio se había mudado de Portugal a Inglaterra, creyendo que las cosas serian mejor, se torno en algo mucho más tóxico, tal vez divertirse como lo había hecho hoy era lo que le hacía falta para calmar su angustia.

—1 penique por tus pensamientos —le dijo el más alto.

Los pensamientos de Julián volvieron a la conversación.

—Estaba pensando en cómo podés tener el cabello tan brillante, en serio es muy sedoso. Nos haces quedar mal al resto del equipo.

La risa de el rubio lleno la sala.

—En mi opinión los que mejor lo tienen Nathan y Akanji. Me gustan mucho las trenzas que se hacen, siento que el cabello largo me da más fuerza, me gustaría trenzarmelo también pero no tengo quien me lo haga y tampoco aguantaría tenerlo así todo el tiempo.

—Yo podría hacertelas—soltó de repente Julián. —Eh… solía practicar mucho por el cabello de la sobrina de mi novio, siempre me decia que tengo la mano suave.

—Eso estaría genial —le contesto Haaland con amabilidad. —Creo que me quería bastante bien.

—No seas creído Terminator —dijo Julián tomando un impulso para ponerse de pie, tomo posición detrás del rubio y se sentó en el sofá, con una pierna a cada lado de los hombros de Haaland quien aún le daba la espalda. —Vamos a ver si aún tengo mi toque peluquero.

Gold Rush - Erlian One Shot Where stories live. Discover now