NI UN DÍA MÁS SIN TI [#1] © [COMPLETA]

🌸 Capítulo 15 🌸

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JADEN

Observé a las dos mujeres frente a mí. Una era mi mejor amiga y la otra la mujer que estaba nublando completamente mi juicio. No voy a negar que todavía tenía mis dudas. Dejar atrás mi debilidad por las tías, por mirarlas y disfrutar de su presencia para llevarlas a la cama, solo y exclusivamente por Hero, iba a ser un desafío bastante chungo. No voy a mentir, en la soledad de mi piso solía cuestionarme si realmente sería capaz de renunciar a todo eso por ella. Sin embargo, en momentos como éste, la miraba y veía su sonrisa, y sabía que haría cualquier cosa por ella. Incluso estaría dispuesto a quedarme encerrado junto a ella en una habitación sin salir a ningún lado, siempre que estuviera a mi lado. El resto no me importaría en absoluto.
No me esperaba que fuera ella la que invitara a Lucía a unirse a nosotros, lo que hizo que tuviera que posponer mi plan. No tenía intención de llevar a Lucía al lugar donde quería sorprender a Hero, ya que no quería que mi amiga se sintiera excluida y triste debido a lo que había ocurrido recientemente. Sin embargo, me sorprendió mucho el gran corazón de Hero al invitarla. Ella era consciente de lo mal que lo estaba pasando mi mejor amiga, y aun así, optó por no dejarla sola en lugar de pasar tiempo a solas conmigo. Debo admitir que eso me tocó la fibra sensible.

La observé y me quedé pensando de nuevo en lo imbécil que fui de pequeño con ella. Para ser realistas, Hero de pequeña no ganaba por su apariencia física sino por su interior.  Su corazón era tan grande como su sonrisa, siempre dispuesta a dar amor y apoyo a quienes la rodeaban. La vi mil veces hablar con niños que se sentaban solos en el comedor del campamento, o acercarse a los que nadie quería jugar con ellos. Era una persona sumamente simpática, con la habilidad natural de hacer que los demás se sintieran cómodos y queridos en su presencia. Su bondad era auténtica, lo que la convertía en alguien en quien confiar y apreciar.

Siempre estaba dispuesta a ayudar y mostrar empatía, creando conexiones profundas con aquellos que tenían la suerte de cruzarse en su camino, como yo y como Lucía. Su energía positiva era contagiosa, y su corazón enorme era un reflejo de su compasión y altruismo.
Tenía suerte. Tenía mucha suerte de que siguiera loca por mí. No me la merecía por nada del mundo, pero ahí estaba ella, a mi lado. Y eso me hacía pensar que era el hombre más afortunado del planeta.

—¡Está buenísimo! —exclamó Hero, con los ojos abiertos como platos. Yo sonreí e intenté hacer como que no la tenía dura al ver cómo empezaba a saborear el cucurucho XXL que acababa de comprar, mientras pensaba en cómo preferiría que sus labios estuvieran probando algo diferente—. No puedo creer lo bueno que está.

Las había llevado a comer a un restaurante de bufete libre, donde había tenido el privilegio de ver que Hero era una chica normal que no le daba miedo comer delante de nadie, ni por cantidad porque lo que se había tragado podría comérselo un elefante y quedarse lleno; y luego Lucía dijo de ir a por el postre a la heladería a la que veníamos todos los veranos desde que abría. Y, aunque no fuera verano, ya quedaba poco y habían abierto por su gran número en ventas.

—Y yo no puedo creer que nunca hayas venido a esta heladería —dijo Lucía, ella se había pedido una tarrina mediana—. Es la más famosa en toda la ciudad, diría que incluso de las ciudades que nos rodean. ¡Aquí vienen famosos y todo!

Hero sonrió y luego me miró a mi.

—¿De verdad que no quieres probarlo? —me preguntó mientras me acercaba el cucurucho a mi cara.

Arrugue la nariz con diversión y negué con la cabeza.

—Jaden no puede comer dulces, tiene aversión a la sacarosa.

Hero inclinó sutilmente la cabeza hacia un lado mirando a mi mejor amiga, con el ceño fruncido. Me divirtió un tanto su expresión de incomprensión e intenté no reírme cuando me miró.