🏁 5. Podría ser peor 🏁

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En su debut en Fórmula 1, Kira había salido desde el décimo séptimo lugar, y consiguió el noveno. Salir desde el onceavo no debía ser el fin del mundo, podría lograr un podio nuevamente y lo conseguiría.

Tampoco rogaría un apoyo equitativo a su equipo, quienes pensaban que al tener Seung-Hee la pole, ya no importaba más nada. Por lo menos podrían pensar en el campeonato de constructores, en el que se premiaban a los equipos y los puntos de ambos pilotos de cada escudería se sumaban, pero no parecían tenerlo en cuenta.

Seung-Hee tomó algo de distancia de ella, como si supiera que estaba en un momento difícil y solo le daba tiempo para calmarse e idear su estrategia, pero quería que supiera que no estaba enojada con él, sino consigo misma por no haber sido suficiente.

Había pasado el resto del día en su suite acostada abrazando a Caucho, rodando de un lado a otro en la suavidad del colchón. Podía dormir temprano, pero se encontraba cada cinco minutos revisando sus mensajes por si tenía uno de Lía y no lo había escuchado.

Todo habría sido un poco mejor si la viera, pero no quería distraerse tanto cuando tenía una carrera al siguiente día, por lo que aunque se moría de ganas de saber de ella, se rigió a su horario básico: despertar temprano, desayunar, ejercitar, e ir cuanto antes a la pista a seguir pensando en cómo lograría una puntuación decente.

Y en Lía. No se cuestionaba el pensar tanto en ella, porque normalmente estaría juntas en el paddock, pero no la veía en ningún lado.

Sacó su celular en busca de señales de vida, pero era inútil; para ser la encargada de sus redes sociales, parecía tenerle alergia a las suyas, y no recordaba una sola vez en su vida que hubiera subido una historia, y su última publicación en Instagram era de la navidad del año anterior.

Encontró a Lara Moretti hablando con el resto de mecánicos en la zona de pits, y corrió a ella.

—¿Has visto a Lía? Nunca se pierde ni una carrera y en media hora va a empezar...

—Ella pidió boletos para el palco, dijo que iba con una amiga —respondió antes de dar órdenes del tipo de llantas que usarían según la estrategia establecida.

Kira no respondió, en gran parte porque no parecía convencida, o más bien porque le faltaba información.

—¿¡Pero qué amiga!?

Lara se encogió de hombros, sin saber qué respuesta darle.

—¿Y si la llamas?

La piloto sacudió su mano con desdén.

—No, ya no importa igual...

Cerró su traje y se colocó sus guantes en camino hacia Seung-Hee, que estaba a punto de ponerse la máscara.

—¡Seung-Hee, espera! —exclamó—. Buena suerte, aunque la verdad es que no la necesitas. Así que solo has un gran trabajo como siempre, ¿sí?

El piloto esbozó una sonrisa tierna.

—Tú igual, demuéstrales a todos lo buena que eres. Y si quieres que te abra camino solo le pides a Marc que me lo diga por la radio.

Había muchas cosas que a Kira le molestaba de Thunderbolt Racing, pero Seung-Hee era el mejor compañero que jamás habría podido desear. No lo perdería por su orgullo, lo cuidaría dentro y fuera de la pista, así como él hacía con ella.

Muy en el fondo, no estaba preparada del todo, pero cuando menos lo esperaba, ya debía salir junto con Seung-Hee a calentar los neumáticos.

Sus manos se aferraban con duda al volante, y soltó un resoplido mientras zigzagueaba en la pista, queriendo darle su completa atención a esta. Tenía que alejar la estúpida idea de buscar con la mirada en el público, tenía que controlar a su corazón y pedirle que dejara de prácticamente gritar su nombre con cada latido apresurado.

Nunca será igualWhere stories live. Discover now