Capitulo único

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Desde que el pequeño Minho se mudó de ciudad. Siempre iba a un bosque que se encontraba cerca de su casa, jugando y buscando nueva clase de insectos, trepar en los árboles y explorar.

Un día el pequeño, escaló en lo más alto de un frondoso árbol. Mirando lo lindo del paisaje. Minho se fijó que a unos metros de donde se encontraba él, había un edificio que jamás había visto. Picado por la curiosidad, el pequeño se bajó del árbol con algo de prisa y se apresuró a llegar al edificio.

Minho atravesó lo que quedaba de camino al misterioso edificio. Solo un gran arbusto le bloqueaba él camino. Como pudo paso por entre él arbusto, encontrándose a una personita que justo pasaba por allí.

El pequeño vio como la niña se le quedaba observando, sin un rastro de emoción en sus ojos marrones, su cabello rubio, algo corto para una niña, estaba un poco despeinado. Vestía un camisón largo que le llegaba debajo de las rodillas de color rosa claro. Además de estar descalza.

Minho sonrió.

-¡Hola!- no recibió respuesta, la niña solo se le quedaba observando -Umm... ¿Aquí vives?- Le pregunto, refiriéndose al edificio -Es muy grande...

La niña, que aparentaba la edad de Minho, seguía en silencio. «Quisiera que ella me dijera algo» Pensó sin dejan de quitar la sonrisa de su rostro.

-¡Espera!- Minho le grito, cuando la niña se giró y seguido caminar lejos de el -Me llamo Minho- se presentó- ¿Puedo venir de nuevo?

La niña lo ignoro y siguió caminando. Minho la observo hasta que la niña entro en él edificio, dejando a Minho con el corazón latiendo de prisa «Linda..»

"Mes 0, Día X

Me enamore de una chica cuyo nombre tengo que saber"

Al día siguiente Minho volvió. Escondido entre él gran arbusto, esperaba encontrarse a la pequeña niña que, por alguna razón, él pequeño no pudo dejar de pensarla él resto del día anterior.

«Si espero aquí, ¿la volveré a ver?» Pensó él pequeño -Quiero verla- Soltó una pequeña sonrisa.

La cual se ensancho al ver como unos piesitos pasaban delante de él « ¡Ella vino!» Con rapidez y un poco de torpeza salió del arbusto.

-¡Hola!- Le dijo Minho con una gran sonrisa en su rostro. La niña solo lo miro por unos segundos para luego girar sobre sus talones y caminar en dirección opuesta a él.

-Ah.. ¡Espera!- Minho cogió de su mano evitando que se fuera. Pero la niña se soltó con rapidez, llevando su mano a su pecho, lo miro con desafío y a la vez miedo.

-Lo.. Lo siento...- Lo dijo despacio, mirando al suelo. Lo último que quería Minho era que la niña lo odiara.

La pequeña lo miro asombrado, pues no esperaba que se disculpase, sino otra reacción. La niña lo miro confundido ¿Porque se disculpaba? Las otras personas nunca lo habían hecho, ¿Porque el sí?

La niña se fue se allí lo más rápido que pudo.

Minho suspiro, no esperaba que ella se fuera tan rápido. Se miró la mano, recodando la expresión que había puesto « ¡La he tocado!» Pensó feliz, sintiendo las mariposas en su estómago y un leve calor en las mejillas.

"Mes 0, Día X

Su rostro reacio era muy lindo también"

-¡Hola!- Minho salió del arbusto rápido cuando diviso a la niña, queriendo sorprenderla. Lo cual no logro. La pequeña solo le observo unos segundos.

Diario de Ciertos DíasWhere stories live. Discover now