Capitulo 0

8 1 0
                                    

La noche era fría, pero ese no era un impedimento para mí, tenía que verlo, sabía que él estaría esperando por mí fuera de la gran fachada de mi hogar.

Corrí por el gran pasillo intentando hacer el menor ruido posible con los grandes zancos que me había regalado mi abuela en mis manos y sintiendo que mis pies se quemaban gracias al frio de las baldosas.

Sigilosa, alerta, asustada caminaba por el borde del pasillo, escondida de la luz de las velas que se situaban en las paredes, a lo lejos, entre las sombras, más entre las sombras unos ojos color verde neón, hipnóticos, enormes me miraban, me vigilaban, los miré con valentía, mi mente me estaba jugando malas jugadas hace un tiempo, tenía miedo, miedo de darme cuenta que mi cordura se estaba yendo poco a poco, miedo de que un día no aguantará más y soltara a todo pulmón que unos ojos míticos surrealistas me vigilaban cada día más, me obligué a no gritar. Tapé mis ojos con las manos y seguí mi camino es solo mi imaginación repetía mi mente mientras seguía avanzando. Al llegar a la puerta trasera de la casa, lancé con rapidez los zancos duros sobre el pasto. Tire de la capa que se encontraba colgada al costado de la puerta y me la puse cubriendo mi cabeza.

El camino lo conocía de memoria, salte los muros que me llevarían al encuentro con él, mi descanso, mi salvación, mi olvido. Caminé, salté trepé hasta llegar fuera de mi casa mi respiración era casi controlada por el miedo de que me descubrieran, pero era algo que tenía que hacer, me lo pedía mi corazón y tranquilidad, era una tarea que me había autoimpuesto, me deslice sigilosa evitando el encuentro con los guardias que acechaban la fachada, todos puestos por mi padre luego de descubrir mi secreto, mi pequeño secreto.

De lejos lo vi apoyado contra un árbol, su aliento se veía en el aire gracias a la combinación de luz y frio.

Silenciosa como un tigre camine a su encuentro, su mirada se poso en mi e hizo algo que jamás había hecho, estiró sus brazos, un poco abrumada ignoré ese detalle. Cuando nuestras manos se encontraron el resto solo fue pasión desenfrenada, sabia perfectamente que no podría volver a verlo después de mañana, tendría que casarme, tendría que olvidarme del simple campesino con el que me veía todas las noches. Y él tendría que marcharse lejos, gracias a mi padre.

Mi respiración se veía en el aire gracias al frio, rápidas nubes salían de mi boca mientras seguía tendida en el piso, la nieve comenzaba a mojarme la ropa pero el calor que emanaba él lo compensaba, quizás me quede así treinta, cuarenta segundos, quizás cincuenta, Gaylán seguía a mi lado en la misma posición que yo, mirando las copas de las arboles mientras las nubes que salían de nuestras bocas se unían en el aire. Ninguno quería decir algo, ambos odiábamos las despedidas, pero ambos también sabíamos que esto era eso, una despedida. Nos despedíamos de años de secretos y pasión oculta, agradecía todos los momentos que habíamos atravesado juntos, cada caricia, cada palabra, cada escape que él me ofrecía en las madrugadas.

Odiaba tener que renunciar a eso, a él, a mi tubo de escape de los problemas.

—Dayrese —Escupió mi nombre con una sensualidad y a la vez suavidad que me provoco que me moviera un poco.

No hables. Pensé. No digas nada.

De mi boca salió un gruñido, casi como un sollozo oculto, camuflado. Que le pedía quedarse en silencio.

—¿Aún lo ves? —Preguntó ignorando lo que intente decir. Pero sabía a quién se refería, sabía que hablaba de los ojos verdes neón que me miraban fuera de mis sueños, que me seguían. Pero me pareció extraño que lo mencionará, jamás se lo había comentado, a nadie, nunca.

Permanecí tranquila, controlando mi respiración para fingir demencia. Prefiero pensar que se refiere a otra cosa.

—¿Ver a quién? —Pregunté con la voz ronca gracias a las horas de silencio.

—Los ojos. Esos que te siguen, que te miran. —Mi espalda se entumeció, siempre pensé que estaba loca, que todo era parte de mi cabeza traicionera, pero no le creí.

—No sé de que hablas. —Corte con la voz temblorosa.

Las estrellas lejanas solo hacían que un vacío se expandiera por mi pecho y la compañía de Gaylán de pronto me pareció molesta.

—Porque yo también los veo, cada de vez que te acercas a mí, ellos van detrás de ti, apartan la mirada y me miran por uno o dos segundos —Es real.

Su voz fue un susurro sospechosamente calmado. De pronto me sentí un poco ahogada.

—Lo deje pasar —Siguió él. —Porque en verdad te amo. —Sus últimas palabras dieron un pinchazo a mi corazón. Todo estaba tan confuso.

Me levante del helado suelo con la intención de irme, asustada, sorprendida ¿Ahora qué haría? Eran reales

Él se levantó junto conmigo y con sus grandes manos tomó mi rostro haciendo que mirará hacia arriba, que mirará su rostro moreno por las horas de trabajo con el sol reflejándose en la nieve.

—Ven conmigo, escapa y dejemos todo atrás. —Sus ojos brillaron de una manera que me pareció muy familiar. —Te amo —Repitió.

Mi interior me decía que aceptara su oferta, que mi padre me obligaría a estar el resto de mi vida con alguien que no amaba, que no me respetaría.

Yo igual lo amaba, pero no podía decirlo, no podía dejar a mi familia atrás, a mi padre. Su honor.

—Lo siento Gaylán —Le dedique una última mirada y él me la devolvió y podría jurar que vi como sus ojos se dilataron al punto de quedar como los de un felino, pero fue tan rápido que probablemente lo haya imaginado.

O tal vez no, ya no sabia cuál era la verdad, los ojos neón, quizás entre sueño y borrones de pasión se había escapado de mis labios la existencia de ellos, que hace un tiempo me veían desde lejos.

Mentía. O tal vez no.

Tenía que ser fuerte, tragar el miedo de perderlo, el miedo a esos ojos. Por el honor de mi familia. Pero no podía quitar la vista de los labios del hombre que tenía en frente.

Hellooo, quiero comenzar a escribir esta historia que de pronto me vino a la mente. 

Antes de seguir escribiendo y ustedes leyendo dejaré por aquí como se pronuncian los nombres de los personajes. Esop gracias por darle una oportunidad :D

Gaylán: gueilan.

Dayrese: dairiss

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 30, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

she is a fugitive /retelling de mulán.Where stories live. Discover now