PRÓLOGO.

494 16 1
                                    

La Oreja De Van Gogh sonaba en mis audífonos relajando cada pequeña fibra de mi cuerpo mientras admiraba el paisaje de la ciudad por la ventana del auto, el cielo estaba ligeramente nublado y era una vista un tanto deprimente según mi criterio. Es decir, los edificios sombríos, el clima frío con el color gris del cielo, de alguna forma u otra, me transmitía tristeza, era como si el universo estuviera triste.

—¿Qué escuchas? —preguntó papá volteándose desde el puesto de copiloto (ya que mamá manejaba y yo estaba en la parte de atrás) quitándome uno de mis audífonos a la par que captaba mi atención.

—Eh... Algo un poco relajante —coloqué un auricular en su oreja permitiendo que escuchara la música

Okey, ¿Se imaginan lo incomodo que habría sido la situación si yo hubiese estado escuchando "Drakukeo" de Kidd Keo?

Weird...

Pero no amigos, ese no era el caso. Sólo escuchaba la relajante y pacifica Oreja de Van Gogh.

—Qué raro, tú escuchando algo como esto, y lo digo enserio, creo que deberías escuchar más este tipo de músicas, ¿te culturizan cariño... Es buena —señaló papá.

—Sí, como sea... —me encogí de hombros desviando la mirada a la ventana otra vez, porque papá se había volteado a hablar con mamá.

Ellos dos eran muy goals, en serio. Alguna vez quisiera encontrar a alguien con quien pueda compaginar tanto como lo hacen mamá y papá. Es que ellos son la prueba de que el amor existe, y no exagero, amigos.

—Rob, ¿Qué demonios? —rió mamá bromeando con papá mientras cambiaba la emisora a la música que estaba escuchando— Me llamo Cristina Cristina Cristin...

Papá la volvió a interrumpir cambiando la emisora, sólo lo hacía para molestarla, pero en buen plan, quiero decir, lo hacía con la intención de bromear

—Esta es mejor cariño —rió papá, mamá volvió a cambiar la emisora mientras reía y ambos se paralizaron al escuchar la canción que empezaba a sonar, acto seguido de una mirada nostálgica entre ambos, y supe de qué se trataba cuando escuche la melodía de cierta canción especial para ellos. Se trataba de "Colgando en tus manos" de Carlos Baute

Lo sé. Una canción un poquito bastante anticuada, pero a ellos les gustaba, así que no podría hacer nada. Después de todo, tampoco era tan mala. Podría verlo con la perspectiva de que la música es retro, y lo retro es cool.

—Nuestra canción... —murmuró mamá conmovida, a lo que papá sonrió asintiendo. La verdad esa canción sí está buena. Ellos ya me habían contado la historia de esa canción, resulta que esa canción fue la que bailaron ambos en su décimo aniversario, el cual fue el mas importante para ellos, ¿Por qué? La verdad es que no lo sé. Ellos nunca me dijeron por qué fue el más importante, yo sólo sé que lo fue.

Te envío poemas de mi puño y letra... —cantó papá sonriente

Te envío canciones de cuatro cuarenta... —le siguió mamá

Te envío las fotos cenando en Marbella... 

Y cuando estuvimos por Venezuela...

Me detuve unos segundos a observar la escena frente a mí y me percaté de lo afortunada que era yo por tenerlos como padres. Sonreí inconscientemente y me acerqué a cantar con ellos

Y así fue como mi pequeña (pero fuerte) familia, convirtió este día gris y deprimente en un momento alegre el cual estoy segura que atesoraré para siempre en mi memoria.

Los tres nos encontrábamos cantando felizmente en el auto, y pasando el rato como familia. La verdad, mi familia siempre ha sido muy unida, tal vez se deba a que soy la única hija que tienen y por eso me valoran tanto, solo somos los tres y jamás hemos necesitado a nadie más para ser felices. Somos los que somos. Justos y necesarios. Ni uno más.

Ahora nos dirigíamos a desayunar a un starbucks, porque mamá decidió que hoy no cocinaría y papá tampoco quería cocinar hoy, así que pensamos en ir a starbucks. Y había dos caminos por donde se podía llegar a dicho lugar, uno de ellos era un camino corto y la verdad no mucha gente tomaba ese camino, porque es menos seguro, en el sentido de que no hay semáforos, ni flechas. Y por otro lado estaba el camino largo y seguro por donde podríamos llegar, mamá iría por ahí. Y justo como la caperusita roja, yo prefería el camino más corto, porque quería llegar más rápido para comer.

Así que como buena terca que soy, opté por decirle a mamá que entrara por el camino más corto.

—Oye, ¿Por qué no vamos por la otra ruta? Quiero decir, es más corto, y estoy hambrienta, quiero llegar lo más pronto posible. —señalé con simpleza mientras me encogía de hombros. Mamá y papá se miraron dudosos

—No lo sé, nunca te has metido por ahí —recordó papá

—Bueno, pero siempre hay una primera vez ¿No? —rió mamá— Además, Shanell tiene razón, el camino es más corto, y estamos hambrientos.

Entonces mamá aceptó mi propuesta.

Grave error.

Cuando noté que mi cinturón no estaba abrochado, lo abroché de inmediato, casi como un instinto de estar segura. Entonces tomé mi teléfono para seguir en lo mío, pero duró bastante poco, porque a los segundos me entretuve con lo que veía pasar por la ventana.

Por otro lado, mamá y papá permanecieron hablando y riendo mientras sonaba la melodiosa voz de Ed Sheeran en la radio trayendo paz a nuestros cuerpos. Estábamos bastante chill en el auto, mamá conduciendo, papá de copiloto y yo atrás, y en ese momento yo sólo sonreía con ellos mientras los oía contar varias historias de su vida antes de mí. Cosas de cuando se conocieron, de cómo se enamoraron y así.

Hasta que todo fue tan de pronto.

Un camión en dirección contraria.

Intenté avisar, pero ya era demasiado tarde. Ellos no lo vieron.

Un choque.

Pude ver en cámara lenta como todo se paralizaba en mi mente, y el camión chocaba brutalmente contra el auto de mis padres. Nuestros cuerpos saliendo disparados hacia adelante. Vidrios por doquier. Y sangre.

Habíamos chocado.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 21, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Tóxico. [PRÓXIMAMENTE PÚBLICA]Where stories live. Discover now