AEVUM
- No abras los ojos - me susurró con pesar mi madre cuando llegué a este mundo. Y es que en la isla Aevum tu primer parpadeo era una sentencia. A veces, de muerte. Hoy sé que debí escucharla... pero inevitablemente, los abrí. Nací un diecisiete de junio en medio de una tormenta, con ojos azules y cuatro certezas. L...