Tamar es vendida para ser la esposa del hijo mayor de Judá, Er. Cuando Er muere, Tamar cree que fue derrotado por Dios por orgullo y arrogancia. Según la costumbre, se le da a Onan, uno de los hermanos de Er, como esposo para engendrar un hijo en la memoria de Er. Cuando Onan rechaza sus derechos, él también cae muerto. El tercer hermano, Shelah, es considerado demasiado joven para ser un esposo, pero cuando Judá le promete a Tamar un hijo cuando el niño crezca, ella vive de la esperanza durante años, hasta que se da cuenta que Judá no tiene intención de cumplir su promesa.