Había una vez un chico llamado Arturo que no creía en las historias de caballeros y castillos, ni en los juegos de tablero ni en la magia. Sólo creía en la Play. Hasta que... Un buen día, hace un viaje en el tiempo, sin comerlo ni beberlo, y termina conociendo a las gentes que pintaron los famosos bisontes de la cueva de Altamira. ¿Quieres conocer su historia?