-Estas matándome. -Susurró de nuevo con una sonrisa de placer en el rostro.
Sus manos bajaron suavemente recorriendo su cintura, dejandola completamente aturdida.
Sin respiración.
-Estas matándome. -Susurró de nuevo con una sonrisa de placer en el rostro.
Sus manos bajaron suavemente recorriendo su cintura, dejandola completamente aturdida.
Sin respiración.