Para Brianda salir del yugo que su madre ha mantenido sobre ella toda su adolescencia, es lo mejor que le ha pasado, al menos de lo que recuerda. Desde que perdió la memoria en un accidente la habia mantenido recluida, por eso cuando le ofreció la posibilidad de concluir sus estudios en un instituto sumamente prestigioso, solo pudo desear que este le otorgara de posibilidad de vivir más allá de la monotonía que gobierna su vida. Conocer amores épicos y apasionados, misterios y riesgos dignos de ser documentados. Pero, nunca antes fue tan acertado el lema "Ten cuidado con lo que deseas" Su vida si dió un gran giro, lejos de cualquier tranquilidad. El internado Mondinse está rodeado de misterios, sus paredes han sido los únicos testigos de cada uno, pero aún así se cuenta que aunque parece impenetrable, los gritos de auxilio atraviesan sus muros en la noche.