La hermosa portada es una obra maestra de mi poderosa Diosa @Wristofink. Lucero era tan solo una niña cuando le tocó ver a su padre morir, quedando perdida en el limbo que se hacía lugar en su cabeza. A raíz del dolor y la desesperanza que dejó la muerte de su padre, Lucero se ve obligada a enfrentar la vida entre lágrimas amargas y el sinsabor de una inquietante soledad. Su madre nunca la quiso, nunca había querido tener una familia, pero cuando la muerte del respetado astrónomo francés ocurrió, su madre volvió con ella. Pero las cosas nunca son como parecen ser, porque aquella mujer tan dulce que la recogió entre sus brazos aquel día, no era su madre, no aquella que le limpió las lágrimas, no aquella que la llenó de amor. No, su madre no la quería, su madre no era lo que les quiso hacer pensar a los demás y Lucero lo sabía muy bien. El dolor se volvió su pan de cada día. Se vió confinada entre cuatro paredes la mayor parte de su infancia y adolescencia, obligada a permanecer sola por mucho tiempo, viéndose consolada tan solo por sus sueños. Sus sueños se convirtieron en su razón de ser, de vivir, de seguir sonriendo en medio de las llamas que consumían su alma lentamente. Sus sueños la hicieron grande, pero, sobre todo, se hicieron realidad.