Fueron demasiadas las veces que cayendo por el borde desconocido, Gael aferrándose a la incógnita, a la esperanza de que todo cambie, volaba para no sentir lo pesado de sus garras. No fue huida, no fue derrota, al otro lado del mundo una aventura de incertidumbre cortejando al caos en monumentos de tierra y fuego, en abrazos de danta fugitiva dormía sus sueños, su nostalgia de futuro, de amor y orquídeas de conquista.