Puedo sentir su respirar en mi nuca, mi instinto me indica correr pero a su vez, se que esto sería un grave error. Ya no logro distinguir donde acaba la realidad y donde empiezan los sueños, y todo es culpa de Eso.
Puedo sentir su respirar en mi nuca, mi instinto me indica correr pero a su vez, se que esto sería un grave error. Ya no logro distinguir donde acaba la realidad y donde empiezan los sueños, y todo es culpa de Eso.
Todos cargamos con un poco de locura dentro de nosotros. Y es esa irracionalidad la que lo alimenta, la que dibuja una sonrisa que muestra sus dientes afilados y listos para romper piel y destilar sa...