El pequeño mundo designado como la primera responsabilidad del Dios Dragón, debía desarrollarse maravillosamente sin la intervención del Dragón Celestial. El joven e inexperto Dragón estaba pasando por una prueba de vida o muerte, hacer funcionar al pequeño mundo era demasiado complicado para sus escasas habilidades y falta de conocimiento. Como el Dragón perezoso y tramposo que era, visitó el mundo humano haciéndose pasar por uno, esperando no ser descubierto por su padre y anhelando encontrar la respuesta adecuada a sus preocupaciones. Unas pocas horas después su determinación era imperturbable, la solución a la prueba dada por el tirano Dragón Celestial sin sangre y lágrimas, era tan sencilla como robar un libro humano y convertir al pequeño mundo en una trama trágica. El Dios Dragón usó sus poderes e hizo realidad la trama del libro dándole vida a cada personaje. Rápidamente donde no había nada mas que una tierra abandonada, un mundo histórico y mágico apareció con una palabra del Dios Dragón. Sin embargo el pequeño mundo era inestable y el Dragón Celestial no tardó mucho en descubrir la pequeña travesura de su pequeño hijo. Decidido a convertir al Dios Dragón en un hijo digno, el Dragón Celestial hizo pagar al travieso Dios Dragón el precio justo de sus pecados. Desterrado de su título, exiliado del Reino divino y lanzado al mundo humano junto a su pedestal, el Dios Dragón debía llegar al final del libro y cumplir con el destino del pequeño mundo. Convertir a los siete males en siete virtudes, ganarse el favor de su esposa masculina y cambiar el corazón negro de Mei Qi, eran unas de las muchas responsabilidades Celestial Dios Dragón.