Las expectativas sociales siempre estarán por todos lados, sin importar el estatus social. Pero, he de decir, que, para aquellos que pertenecen a la alta burguesía son, en mi opinión, más estrictos. Y, la contrariedad que tenía con respecto a ello, es que, los negocios familiares, ni el tener una familia, concordaban con los planes que precisaban en mi mente. Pues, desde que tengo memoria, he amado las aventuras en las que constantemente pareces descubrir algo sobre ti mismo. El problema de los planes, es que cambian y no sabía que una sola persona te puede hacer cambiar de parecer, haciendo replantearte la vida en tan solo unos segundos. No podría decir como ni en que momento, aúnque sospecho fue desde el momento que la miré. Lo único que pudiera decir de ella es que, en cuanto me percaté de su presencia entre todas las personas del lugar, no hubo cosa alguna que me hiciera quitarle la vista de encima. Había quedado totalmente cautivado por aquella señorita y no oculté ese hecho, y tampoco ignoraría este sentimiento magnético que me guiaba a ella.