Había una vez una historia de amor que se repetía una y otra vez, hasta que llego el. Mi historia cambio cuando entro en mi vida. Mi historia comienza de esta forma, comienza con un día cualquiera en una plaza solitaria, lo vi solo, maltratado, triste. Me acerque le hable y lo único que hizo fue mirarme a los ojos , inmediatamente me enamore de esos ojos marrones, me enamore de su rostro, repentinamente estire mi mano para tocar su cara pero el retrocedió y me miro con miedo, le invite de mis galletitas pero las rechazo, entonces voltee y me fui. Pero todos los días regrese a verlo y poco a poco se fue acercando, fue confiando en mi. Una tarde, una vez ganada su confianza fuimos a mi casa, comimos y se quedo a dormir. Por la mañana se marcho, no importa que tan poco tiempo lo había conocido, ya lo extrañaba. Quería que volviera, quería que duerma a mi lado otra ves, quería sentir el calor de su cuerpo. Algo llamo mi atención y sonreí, era el. Realmente me quería, realmente le importaba, ahí estaba el parado con su cola moviéndose de un lado a otro y me ladraba pidiendome que le habrá la puerta y dejarlo quedarse en mi vida para siempre