Y ahí me encontraba yo, otra noche, en mi fría habitación escribiendo una carta que posiblemente no leerías, como todas las que te he mandado.
Triste, pero cierto.
Y ahí me encontraba yo, otra noche, en mi fría habitación escribiendo una carta que posiblemente no leerías, como todas las que te he mandado.
Triste, pero cierto.