Ha llegado la hora de que Dios se confiese. Que el falso Dios amoroso que nos vende la iglesia se desmienta y que la gente sepa de una buena vez, la verdadera historia de Dios.
Ha llegado la hora de que Dios se confiese. Que el falso Dios amoroso que nos vende la iglesia se desmienta y que la gente sepa de una buena vez, la verdadera historia de Dios.