Capítulo siete; «Mis días lejos de ti"

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Y ya al final, al verla tan rota en aquellos días de oscuridad.... Cuando ella lloraba y perdía su precioso brillo poco a poco, Seiya solo quería golpear a Mamoru y sujetarla fuertemente a ella.

Era un amor prohibido, Seiya sabía que no debería haber cruzado jamás ninguna línea y solo quedar como amigos.

Pero el amor no tiene razón.

Seiya tampoco la tenía.

Estaba enamorado, y el estar enamorado lo llevaba a actuar impulsivamente.

No se arrepentía, le había dado una hermosa y valiosa emoción.

Fue su más preciosa experiencia.

Creyó que tal vez sus emociones ahora que estaba lejos disminuirían, ahora que estaba ocupada se irían apaciguando.

Pero no fue así, incluso si tenía un montón de trabajo, aún seguía soñando con ella.

Incluso si ya no estaba en el cuerpo de Seiya, las emociones estaban en su mente y corazón.

Y fue difícil, el primer mes fue el peor, los sueños con Usagui la perseguían, incluso a veces despertaba llorando.

Los siguientes meses no fueron mucho mejor.

Y los años tampoco mejoraron.

Simplemente se acostumbro al vacío, y se alegraba de poder verla aunque sea en sueños.

El tiempo había pasado nuevamente, y fue por los días de verano que llegó la noticia de que la Neo Reina Serenity había tenido una preciosa niña.

Los rumores decían muchas cosas, algunos decían que había sido un parto peligroso, que la vida de la niña había estado en peligro, otros decían que ni siquiera era hija de la Neo Reina debido a la diferencia en su color de ojos...

Fueron muchos rumores que al final no tuvieron confirmación o negación

Pero el corazón de Fighter se rompía con cada uno de ellos.

Ya existía una niña, eso significaba que la relación de los reyes estaba bien.

Usagi había avanzado, más Fighter aún estaba estancada en el pasado.

Sin embargo, esos rumores enfriaron el corazón de Fighter.

No porque ya no la amara, probablemente amaría a Usagi siempre.

Pero al menos había acabado con la pequeña ilusión que inconscientemente había sostenido.

No odiaba a la niña, de hecho en cierta forma despertaba curiosidad porque decían que tenía ojos rojos, lo cual era extraño ya que es bien sabido que la familia Lunar tenía ojos zafiro.

Pero tampoco tenía ansias por verla.

Solo estaba feliz, de que Usagi hubiera salido sana.

Luego de eso, fueron pocas las noticias que llegaron, se debía a qué en Kinmoku las conexiones estaban arruinadas.

Era mejor así, podía centrarse en su trabajo.

Pero aún soñaba con ella, y aún quería verla, y abrazarla y decirle cuánto la amaba.

En ningún momento hubiera imaginado que un encuentro se daría cuando menos lo esperaba.

Y cuando supo que Usagi vendría, no sabía cómo sentirse.

Ni siquiera entendía porque había aceptado venir en primer lugar. Podría haber mandado a alguien más.

Pero no, era ella. Ella vendría.

«El destino estaba marcado, pero todavía te amo.» (SeiyaxUsagi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora