El heredero de la familia Senju, si pudiera, se pasaría el día comiendo pollo frito. Aquel restaurante de comida rápida era su perdición y, en cuanto a su pollo frito, era el mejor del mundo.

—Ahora vengo—el chico se levantó cuando acabó su último trozo—. Voy a comprar un poco más.

—Este sitio de comida basura va a hacerte un obeso, tragón—comenzó a decir Deidara—. Y lo que escondes debajo de la camiseta es demasiado perfecto para que lo arruines—Shintarō lo miró mal y su respuesta fue simple: alzar una ceja haciendo una mueca de desaprobación antes de voltear.

Los comentarios de Deidara no llegaban a molestarle.

—Me voy a buscar más pollo—sentenció antes de desaparecer de allí.

El lugar estaba bastante vacío, quizá por ser mediodía, razón por lo que no tardo mucho en volver a pedir dos raciones. Tenía tanta hambre. La camarera le dedicó una sonrisa coqueta; la ignoro y agarró su pollo lo que seguramente la dejó decepcionada, ya que no era la primera vez que lo hacía.

Solían ir más de dos veces al mes a comer allí.

Al volver, sus amigos seguían hablando sobre su día. Shin se sentó en silencio mientras Kakuzu relataba y volvio a concentrarse en su comida.

Su amigo de piel bronceada con largo cabello castaño oscuro, ojos de coloración inusual: pupilas verdes y ojos rojos se mostraba mucho más que estresado.

Kakuzu no estudiaba ese año ya que se había quedado sin la nota suficiente para proseguir, de ahí que decidiera quedarse un año trabajando y después volver a probar suerte, en vez de comenzar una carrera con la que no se sentía a gusto. Aún no había encontrado trabajo, motivo por el cual se había pasado la mañana rondando por la ciudad en busca de uno. Se mostró bastante agobiado, ya que él era una de esas personas que no soportan estar sin hacer nada; según él, hacer el vago es despilfarrar lo único que tiene el ser humano: el tiempo y, por lo que parecía, eso le horrorizaba.

—Cambiando de tema —comenzó Deidara cuando se aburrió de escuchar los lamentos del más alto del grupo—. ¿Dónde está esa basura?

Shin nego con la cabeza divertido, ya sabían todos muy bien a quien se refería.

—¿Hablas de Obito?—.Esta vez fue Pain el que decidió hablar—Me llamo para avisar que no vendría, dijo que estaba ocupado.

— Al parecer el señor popular, decidió quedarse a grabar un vídeo en vez de salir con sus amigos.

—Calmate Deidara, no es fácil ser una celebridad—intentaron tranquilizar al rubio.—Después de todo Tobi se hizo muy famoso en tan poco tiempo.

Tobi es toda una celebridad en Youtube. Todos lo aman. ¿Y cómo no hacerlo? La actitud que poseía el chico frente a una cámara, era divertido, alegre, cariñoso. Con sus máscaras diferentes llamaba la atención de cualquiera.

Muchos consideran a Tobi como el artista en ascenso, el chico del momento.

Pero habia un problema: Tobi no existe. Es un personaje, creado por Obito Uchiha, uno de sus amigos y solo pocos sabían de la identidad del chico.

—Eso no es excusa, cuando lo vea lo golpeare—amenazó el chico haciendo un puño con su mano.

Luego de tranquilizar a Deidara y evitar que el rubio enloquesca y decidiera publicar imágenes sobre la verdadera identidad de Obito. Los chicos continuaron charlando sobre temas variados.

A Kakuzu y a Shintarō se le pusieron los ojos cual dos estrellas al escuchar la palabra trabajo.

—Konan—lo llamo Kakuzu—¿No tendrán nada libre donde tu trabajas no?

𝐀𝐓𝐑𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍 -𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora