-Cierto ¿Qué hacemos aquí? ¿Volveremos a estafar a señoras?, bueno será todo un reto... se ven tan refinadas...
-¡Cállate Obito! Solo quiero la tarta de verduras más fina, eso es todo.- se sintió como su padre al decir eso, ni si quiera le gustaba la tarta de verduras, pero por la rápida respuesta no pensó bien el platillo y dijo lo primero que se le ocurrió, ahora no podía retractarse, se condenó el mismo. Se la daría más tarde a Ashura. Pensando bien lo que dijo Obito ¡Era un genio!, ¿Cuánto podrían darle las ancianas refinadas?, por ahora tendría que abstenerse, pero una vez terminado su calculado plan, ¡Adiós Toneri!. Uh no, no debería pensar esa frase, la última vez que lo hizo, terminó regalando su virginidad
(Qué pensaba vender alta) y cojeando por una semana.-Prefiero un pizza- Obito hizo un puchero.
-Yo igual- Madara apoyo la sugerencia. Recargo su mejilla en el dorso de su mano mientras miraba aburrido su celular.
También yo. Pensó Indra internamente. Igual tendría que llevar su plan a cabo -¡Pero yo quiero mi puta tarta de verduras!- Madara lo miró de reojo sin apartar su completa vista de su teléfono , estaba actuando muy extraño e insistente.
Obito solo guardo silencio, no quería ser torturado de nuevo. -Vale, vale, comerás tu tarta de verduras...
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-No entiendo. ¿Por qué vinimos aquí? Creí que no te gustaba venir a este tipo de lugares.- Hashirama lo miró interrogante
-Yo... emm ... Quería comer tarta de verduras... ¡Si eso! - Ashura siguió caminando para ir con uno de los Hostess a pedir su mesa reservada, que abandonarían en menos de un segundo.
Cuando el Hostess pidió a uno de los camareros llevarlos a su mesa, Ashura trataba de aguantar su risa, esto le causaba unas ganas de reír a carcajadas, Hashirama lo seguía aún preguntándose el verdadero propósito de esta salida.
Mientras tanto Madara y Obito estaban peleando porque el aburrimiento le pego a Obito y empezó a trenzar el cabello de Madara. Indra los miraba sin interés, Ashura era un maldito impuntual, quedaron de encontrarse "por casualidad" a las ocho y ¡Ya habían pasado treinta minutos!
-¡Anda Madara! ¡Prometo dejarte bonita!
-¡Te voy a meter un puñetazo!- Madara estaba listo hasta que una voz divertida lo Interrumpió, su rostro se sonrojó a un extremo impredecible
-Que agresividad Maddy- Hashirama empezó a reír bajo.
-Hashirama... - Madara avergonzado escondió la mano con la que iba a golpear a Obito, le dio una rápida y disimulada mirada a su novio, vestía una gabardina negra larga casi hasta la rodilla con unos pantalones negros y una blusa de cuello de tortuga del mismo color, acompañada de una bufanda gris oscura, si era posible se sonrojó aún más, se veía muy guapo.
Obito rodó los ojos ¡Iba a pasar de nuevo!. Indra y Ashura se sonrieron cómplices antes de que el Otsutsuki preguntara haciéndose el inocente -¿Hashirama? Así que tu eres Hashirama... - le dio una sonrisa muy hipócrita y Hashirama recordó que se había dicho a sí mismo tener cuidado con Indra.
Indra no dejó contestar a Hashirama -Siéntense con nosotros.-Ofreció. Hashirama y Ashura asintieron tomando asiento entre Madara e Indra, del modo en que ambos estaban al costado de los mencionados, Obito estaba igual, en medio de ambos pero del otro lado de la mesa.
Indra miraba fijamente a Hashirama sin ningún disimulo, lo mismo con Obito, sin embargo la mirada de Otsutsuki mostraba curiosidad y la del Uchiha molestia. Madara pensó en intervenir, pero se olvidó de salvar a su novio cuando, unos mini pasteles de miel que anteriormente habían pedido Obito y el, estuvieron listos. Cuando el mesero entregó el postre todos pidieron su platillo de una vez.