𝕽𝖔𝖞𝖆𝖑𝖘 𖤍 // 𝕽𝖊𝖌𝖚𝖑𝖚𝖘 𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐

20./꧁ 𝕵𝖚𝖑𝖎𝖊𝖙𝖆 ꧂

—No estoy mintiendo cabeza de chorlito.- bufé fastidiada.- No pensaba enamorarme ... simplemente paso. Pero el no me ama.

Observo asombrada como Sirius detiene su baile para dar inicio a una serie de palabras incoherentes que son acompañadas de los pasos nerviosos de mi mejor amigo. No es hasta que pasan unos minutos que parece que a logrado analizarlo y ahora me observa.

—Por más que odie decir esto ...- Su cuerpo está conmigo pero su mente parece está en todos lados .- Creo que lo entiendo, te entiendo princesa.

—¿Lo haces? - Ni en mis sueños más locos imagínate que Sirius sería capaz de comprenderme.

—Lo hago. A veces no se puede elegir a quien amar.

Ato mi corbatín rojo y dorado, los colores de mi casa que aluden a mi valentía. Absurda valentía que parecía no existir en mi, en este momento. Absurda, tonta ... tonta valentía que se va cuando más la necesito.

¡Por Merlín! ¿Qué será de mi?

Mándame Pomfrey entra al momento en que termino atar mi corbata, su rostro luce feliz de verme pero aún con su expresión serena no logro sentirme tranquila, es como si se esforzara por mostrar serenidad.

No estaré tranquila hasta saber que ocurre conmigo.

—Buenos días Madame.- le sonrió a la mujer adulta.- ¿Cree que hoy pueda volver a mi rutina? - La expresión de Madame Pomfrey se debilita un poco pero luego ella trata de mantener la compostura.

Algo anda mal.

Y tengo razón porque lo único que puedo escuchar después del cómo estaba realizándome análisis y probando cómo reaccionaba a distintas pociones, es el hecho de que no estoy embarazada y que es probable que no logre estarlo nunca.
De pronto me siento como una pieza de ajedrez siendo ejecutada por un jaque mate del destino, con las piezas de mis sueños rotos.

El problema de soñar es que cuando despiertas debes afrontar la realidad.

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El clima esta cambiando, el invierno esta alejándose y la primavera se encuentra a un soplo de distancia. Si soy honesta no se que hare cuando llegue la primavera y tenga que enfrentar mi futuro, primavera suena al principio del resto de mi vida.

Es abrumador y algo aterrador pensar en que para el próximo año estaré comprometida y pronto casada.

Camino del brazo de mis amigas, hoy todas comeremos en la mesa Ravenclaw y mi corazón se acelera al pensar que estaré cerca de mi delirio.

—Escríbele una carta y déjalo ir.

Me había dicho Sirius la noche anterior luego de contarle las malas noticias. Habías seguido su consejo y le había escrito una carta mordaz para que no me buscara y me dejara ir, para que yo lo dejara ir ya que parecía que para el yo no era tan importante como me había hecho creer.

—Julieta mía, tienes el poder de matarme con tus besos, algunas veces hasta creo que te quiero.

No, él no había mentido.
Yo me mentí a mi misma.

Tomamos asiento en la mesa de Gryffindor y saludamos a los pocos conocidos de Sam, nadie parece interesado en mirarnos pero he aprendido a distinguir las intenciones de las personas con sus miradas y silencios.
Al parecer todos quieren escuchar lo que hablamos.