— Eres terrible con eso — Se burló mientras sus ojos retenían un par de cristales.
— Hey! Aprecia mi intento — Se quejó sintiéndose ridículo.
Jungkook levantó la mirada dejando que el aire puro entrara por sus pulmones. Había esperado casi cuatro meses por esto, no podía dejar que sus pensamientos lo agobiaran.
— Vamos — Habló más tranquilo.
Los dos empezaron rumbo a la vereda Margarita con mucho cuidado, la cuestión era que el padre de Taehyung ahora se la pasaba rondando por el pueblo cada día, revisaba las entradas de cada vereda y si su cabeza no fallaba, podía asegurar que tenía gente vigilando por él.
Saemin tenía un serio problema con respecto a su hijo, no aguantaba el día en el que Taehyung cumpliera la edad respectiva para enviarlo a Japón con la hija de los Seo. Él no había perdido el tiempo estos cuatro meses, ya había hablado con Jichul para que le consiguiera una casa en el otro país, ya tenía todo, incluso le había propuesto la idea a la familia Seo, inventando una excusa barata la cual fácilmente los convenció.
Él no perdía, él obtenía lo que quería y como lo quería. Si tenía que encerrar en cuatro paredes a Taehyung lo haría, pero su hijo no iba a ser un marica, No estaría con un hombre.
Sowon llevaba examinando a su hijo y a su sobrino desde hace un tiempo, ella entendía que la privacidad hoy en día de los jóvenes era más respetable, no les exigía que le contaran todo lo que se murmuraban o que le mostraran lo que escondían.
Pero el día de hoy estaba mucho más... cargado, sentía a Taehyung demasiado impaciente, miraba su reloj cada tanto, pisaba constantemente y veía como Seokjin le decía algunas cosas al oído. Ella moría por saber, cuando era joven ella era la que conocía cada secreto de sus amigas, llámenla chismosa, pero en su defensa le gustaba estar bien informada.
— ¿Ocurre algo? — se entrometió en la conversación murmurada de ambos jóvenes.
Los dos levantaron la mirada a Sowon, tenía un vestido azul claro y su cabello perfectamente ondulado.
— N-Nada — Respondió su sobrino con una sonrisa.
— Nada... — repitió — Pues ese 'nada' luce bastante importante, vi como alistaron los dos caballos hace unos momentos.
Supo que había dado en el clavo cuando los vio tensarse y dedicarse miradas.
— Iremos al pueblo — Respondió Seokjin.
— ¿Ah si, para que? — puso sus dos manos en su cintura mientras inspeccionaba a sus dos chicos.
— Compras.
— No he pedido que compren nada.
— Tu no, pero yo si — respondió Seokjin con confianza — Son cosas de hombres mamá, ya somos grandes, podemos defendernos en el pueblo.
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Para mi no eres Prohibido {KTH+JJK}. 𝐒𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗
Fanfiction- 𝐒𝐈𝐆𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐗 - Rosas, libros, bufandas y bálsamos... Objetos tan sencillos y sin gracia que encierran el amor de dos corazones enamorados, pero que sólo servirán para recordar los pequeños momentos juntos. Solo la oscuridad nos esconde de la...
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