[ 𝟎𝟏 ; 𝟑𝟖 ]

Comenzar desde el principio
                                    

Su memoria le falló, porque en caso de que la haya conocido alguna vez en una de las fiestas a las que fue, no lograba unir un rostro con tal nombre en particular.

—Creo que están saliendo —los ojos de los dos menores cayeron en el universitario.

El castaño miró como la expresión de su mejor amigo decayó, formando una triste mueca que se le hizo más deprimente que su propia situación con el contrario, no obstante, antes de ser capaz de decirle algo, el hermano de este llegó, caminando entre la multitud frente a ellos.

El menor de los Choi se proyectó hacia delante, prácticamente corriendo hasta su hyung, mas no dijo ni una palabra a él, sólo lo miró con un rostro que buscaba respuestas a algo que ni siquiera había preguntado. El rubio no prestó mucha atención a eso, simplemente siguió caminando con este a donde se hallaban los otros dos individuos.

—Al fin llegas —aclamó el más alto.

—No llegué tarde, exagerado —rodó los ojos, ladeando su cabeza.

—Claro, claro —le siguió el juego —. Bueno, ¿quién quiere helado? Tengo hambre... —se agarró su estómago, dándole énfasis a sus palabras.

—Yo iré a guardar la mesa, vi una cerca del puesto de tteokbokki y ramyeon —señaló con el mentón mientras en grupo se iban acercando a la heladería —. Los espero ahí... —dijo, irónicamente sin esperar respuesta.

El pelimorado siguió caminando hacia la fila, el estadounidense lo siguió por detrás, al igual que el coreano de negros cabellos, solamente que este miraba como el rubio se iba alejando, haciendo que los crueles pensamientos sobre que tenía novia le atacaran indiscriminadamente.

—¿Quieres un helado, Beomgyu-yah? —una voz le trajo de vuelta.

—¿Huh? —se volteó en dirección del chico, desorientado —No hace falta, hyung... —la sonrisa del opuesto se borró y mostró confusión —No me gusta el helado, pero a Kai le encanta... Ya vuelvo —se disculpó, viendo la expresión avergonzada del menor.

Por unos segundos se sentía solo en el mundo, como si no pudiera oír lo que le rodeaba y se centrara exclusivamente en Choi Yeonjun. Entonces, al momento de divisarlo, se apuró en llegar a él, sentándose en la silla consiguiente al universitario, quien desatendió su móvil y se concentró en su dongsaeng recién aparecido.

—¿Y los demás? —atinó a formular cuando vio que faltaban los otros dos chicos.

—Están haciendo la fila para el helado... —contestó, pero sus expresivos ojos demostraban que por más que sus palabras dijeran una cosa, él quería decir otra y así fue —Soobin hyung dijo que estás saliendo con una chica, ¿es verdad, hyung? —no se detuvo a deprimirse en silencio, no, Choi Beomgyu se apresuró en acabar con la incertidumbre.

—¿Por qué dijo eso? —arrugó el rostro, medio divertido por lo que escuchó del adolescente, pero no respondió y eso lo impacientó.

—No lo sé —dijo en corto —¿Mintió? —sus hombros se hicieron hacia delante, inclinándose completamente hacia el mayor.

—¡Yah! —gritó de repente a alguien detrás suyo —Difundiendo mi vida privada, ¿no deberías guardar silencio con lo que no te incumbe? —reclamó a su amigo, quien empezó a reír al ver que el de blanquecinas hebras no estaba enojado realmente.

—Sabes que soy un entrometido... —se encogió de hombros, sentándose con ellos.

Los dos siguieron hablando, pero nada se asimiló a una respuesta certera para lo que preguntaba el azabache, así que, soltando un suspiro, se giró para encarar al menor del grupo, al que vio con un helado pequeño entre sus manos, sin embargo, su tamaño era directamente proporcional con la emoción que sentía por tenerlo, ya que desde un inicio no estuvo pensado para él, y eso anulaba cualquier pisca de sentimentalidad que pudiera darle.

❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora