Capítulo 24 - "Hasta donde quisiera"

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Profe: oh mi Dios, ¿a tanto llegás? ¡Si estamos a principio de año!

Preceptora: sí, además de que recién ingresó a la institución -Julián rió- ¿qué le causa tanto?

Julián: nada, nada.

Yo: él es así -sonreí-

Julián: exacto.

Preceptora: no creo que sobreviva ni un día más aquí.

Julián: no se preocupe, por lo único por lo que sigo en este convento de conchetos sin vida es por Oriana.

Preceptora: ah, ahora entiendo el cambio drástrico de la señorita.

Julián: ¿qué? ¿Insinúa que la llevo por el mal camino?

Preceptora: sí.

Julián: -rió- las cosas son al revés -rodeó mi cintura-

Preceptora: distancia, ¿sí?

Julián: ya nos vamos -aseguró dando un paso-

Profe: linda, en esa silla dejé tus útiles.

Preceptora: ni se piensen que van a salir juntos.

Yo: gracias Nanci -agradecí-

Julián: ¿también nos va a prohibir eso?

Preceptora: agradezcan que no los expulsaron.

Julian: ese es su mayor deseo ¿o no?

Preceptora: no me desafíe, Serrano.

Julián: simplemente hice una pregunta -aclaró- Amor andá saliendo vos primero -me dijo sonriendo tiernamente-

Preceptora: que no me vaya a enterar que anduvieron juntos a la salida.

Profe: uf, ni lo imagine señorita, ¡ni lo imagine! -exclamó sarcásticamente-

Julián: afuera del colegio podemos hacer lo que sea.

Yo: ¿o también nos quitan esa libertad?

Preceptora: simplemente vayan por separado, ¿sí? Y que Serrano salga primero.

Julián: ah, usted sólo quiere hacerme la contra, ¿no?

Preceptora: hago lo que me parece mejor. Vamos, salga.

Julián: nos vemos mañana.

Preceptora: por desgracia, sí.

Julián: que amor de persona.

Yo: chau mi cielo -dije con un poco de ganas de saludarlo con un beso tal vez no tan calmado. Okay, no eran pocas ganas, ni tampoco el beso era tan calmado. Yo sólo imaginaba, en el lapso de un segundo muchas imágenes pasaron por mi cabeza haciendo que mi sonrisa traviesa me delatara ante todos, y mis ojos brillaran con un poco de entusiasmo. Creo que lo notó-

Julián: chau mi vida -pronunció despertándome de la nube en la que me había adentrado. Reí-

Profe: ¿no se da cuenta de tiernos que son? Un amor.

Preceptora: asco me dan, son muy chicos, ni siquiera saben lo que hacen.

Profe: ja.

Historia de dos corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora