𝑪𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒎𝒆 [𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈]

13» te quiero

—Perdón...— mencionó apenado.

—Sé que están bien, se las arreglan para estarlo. Los animales son increíbles y siempre buscan la manera de sobrevivir— hizo un puchero. Le dio un leve empujón a Minho— ¿por qué me has hecho pensar en ello? ahora me pondré a llor...

—No lo hagas, por favor— lo miró con preocupación— ellos están bien. Son genios y saben mantenerse estables.

Jisung sonrió al escuchar aquello, le importaba a Minho.

—Bien... sí, ellos son inteligentes— golpeó ligeramente la frente del mayor— y... creo que es momento de movernos de lugar porque sino terminaré subiendo a ese árbol y los llevaré conmigo.

—Ah...— suspiró— exagerado...

Jisung ladeó la cabeza mientras observaba a Minho, algo había llamado la atención en él. No sabía que, pero había algo en su mirada que lo hacía ver más adorable de lo normal. Tal vez había subido un poco de peso haciendo que sus mejillas se notaran más o tal vez era ese color rojizo que estaba presente en sus mejillas desde que pasó a buscarlo a su apartamento.

—Lee Know... tus mejillas están bastante roj... roja...

—Es por el frío— encogió los hombros.

—¿Frío?— abrió los ojos con sorpresa— ¿tienes frío? si apenas son las... 5...

—Me da frío fácilmente— respondió con honestidad— lamentablemente cuando tengo frío, mis mejillas, nariz y orejas suelen tomar color. Aunque depende de cuánto frío tenga— infló sus mejillas— es una maldición.

Jisung soltó una carcajada, eso no era una maldición, todo lo contrario. Era como una bendición ver a alguien tan lindo, si no fuera porque Minho sacaba su lado más penoso, posiblemente ya hubiera besado esas mejillas lo suficiente para que éste estuviera hecho un completo tomate.

—¿Entonces otoño e invierno son un...

—Es como estar bajo una avalancha— rió— es difícil, tengo envidia de las personas que casi no sienten el frío, debe ser la gloria...

—Pobre Lee Know el anciano amargado— dijo en tono burlón— debe necesitar mucho calor cuando neva, pero es tan amargado que no dejaría que alguien lo abrazara para dar...

—No empieces— le dio un empujón— no te burles de mi sensibilidad al frío.

—Está bien— soltó una risita— ¿quieres ir a tomar algo caliente? ya sab...

—¿Estás bromeando? no tiene más de una hora y media que comimos, no gracias, no quiero engo...

—¿Y si engordas, qué?— bufó— da igual, da muy igual porque seguirías siendo Lee Minho... a parte...— se acercó a él y le dio un ligero abrazo— serías más abrazable y cómodo.

—No soy un mueble o peluche como para que te refieras a mi de esa manera...

—No, no lo eres... pero aún así eres abrazable y cómodo— suspiró— demasiado cómodo.

—Te sigues refiriendo a mí como un mueble o alg...

—Diablos Lee Know, deja que te de cumplidos... no me gusta que te hagas de menos— gruñó— es más... le preguntaré a las personas de aquí que piensan de...

—No lo hagas, sólo te responderán que soy gor...

—¡Minho!— agitó sus brazos desesperado. Tomó ligeramente los hombros del mayor e hizo que lo mirara— no estás gordo, no engordarás si comes de más. Eres atractivo, no sólo un poco, sino mucho. Créeme que he visto como en el instituto, chicas y chicos te miran asombrados por lo guapo y adorable que eres, que no te hablen y que tú no lo notes, ya es otra cosa. Si vuelves a decir algo negativo sobre ti, me encargaré de recordarlo a diario, no sólo una vez, sino varias y aunque parezca la persona más molesta del mundo, lo seguiré haciendo hasta que un día digas con seguridad que eres bellísimo tal y como eres, y que te da igual si subes o bajas de peso. ¿Entendido?— frunció el ceño— dices que no quieres que nadie se preocupe por ti, pero diciendo esas cosas haces que me preocupe más. Solo quiero que estés bien.