Se acercó a la mesa, podía sentir como el pequeño buscaba a alguien y no pudo evitar sentirse celoso cuando pensó que no era él al que buscaba. Sin pensarlo, actuó protector y cariñoso con Zayn, era su pequeño hermano, no pudo evitarlo o tal vez solo lo hizo para ver como reaccionaba el pequeño, nunca lo sabremos. Pero cuando volteó a ver al ojiazul, su alfa le gritó por hacer semejante acto frente al pequeño omega. Podía oler su confusión, podía oler todo. Y cuando este se paró, se obligó a hacerlo él también. Solo quería conocer a el pequeño y él solo se quería ir.

– Yo tuve que acercarme demasiado. Niall tampoco pudo sentirlo al principio. Se siente muy poco, casi ni se percibe. – mencionó Zayn, interrumpiendo los pensamientos de Harry.

– Yo lo siento tan fuerte, hasta ahora siento rastros de su aroma. – siguió oliendo con una gran sonrisa en los labios.

– Harry...

– ¿Uhm?

– ¿Por qué la sonrisa de idiota? – Zayn lo miraba con diversión. – ¿No me digas que te gusta el pequeño Lou? Ni siquiera lo conoces, por dios, eres un enfermo.

– No Zayn, te juro que es algo diferente. – dijo con las mejillas rojas. – ¿Recuerdas esa historia del click que nos contaba mamá cuando éramos pequeños? – vio a Zayn asentir. – Pues, ¿sería muy loco pensar que si existe?

– Déjame pensar... – el omega se rascó la mandíbula. – Obviamente, super loco y tonto.

– Zayn, creo que Louis es mi click.

– Creo que yo seré él que le diga a mamá que tienes que ir al doctor. – dijo rodando lo ojos, pero todavía con una sonrisa en los labios, un poco falsa al decir verdad.

Zayn no creía en esas cosas. No porque no crea en el amor. Sino porque no cree que las parejas sean destinadas. O que solo ese estúpido click sea entre alfa y omega. ¿Qué pasa con los betas?

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Louis no podía creer como su vida seguía empeorando. Llegó a su casa después de permanecer una hora en el bus. No sabía que en bus tomaba tanto tiempo llegar a casa. Se tumbó sobre su cama, había pensado que ya no tenía más lágrimas, pero la vida seguía dándole sorpresas, y de las malas.

Styles, ¿por qué aquel alfa tenía que ser un Styles? Tantos alfas en el mundo, y tenía que ser él.

Cuanto necesitaba a su mamá en esos momentos. O un abrazo de Fizz o de las gemelas. Escuchar las risas de sus pequeños hermanitos.

– Boo, recuerda que deb... – Lottie se detuvo en seco. – No Louis, otra vez no por favor. – se acercó a su hermano y lo abrazó tan fuerte como pudo. – Pensé que las pastillas ayudaban, por favor tranquilízate. Shh. Estoy aquí contigo, no me iré a ningún lado.

– Per...dón. – dijo Louis limpiándose las lágrimas. – Perdóname, lo intento, pero... hay días no tan buenos. – podía sentir como el cuarto se llenaba de olores de tristeza, a pesar de las pastillas, como decía, sigue dándole sorpresas, de las malas.

– Shhh, está bien. Sé que lo intentas. – Lottie le dio un beso en la mejilla. – Vendrán días mejores, Louis, tranquilo.

Su hermana comenzó a darle caricias en el cabello, tal y como lo hacía su mamá. Comenzó a sentir los parpados pesados y al cabo de un rato cayó rendido con todo el rostro lleno de lágrimas.

Lottie solo quería que Louis mejore. Ella sabía todo lo que habían sufrido, pero ella ya no podía más. Sentía como todo el peso estaba sobre sus hombros. Su padre casi nunca estaba y Louis se iba destrozando poco a poco. Ella jamás le daría la espalda a lo que quedaba de su familia. Jamás se daría por vencida. Aunque había días que solo quería hundirse, no lo va a negar. Pero no lo haría, porque Melissa les enseño a salir adelante. Afrontar las cosas de la vida. Y eso iba a hacer.

El Click - Omegaverse L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora