Bee suspiró.

—Esa rata va a pagar —aseguró Bianca, tocando el hombro de mi amiga, ambas se sonrieron.

—¿Por qué no me dijiste lo de Andrew antes? —le pregunté, ella encogió los hombros.

—Temor, supongo. Pero la verdad, es que ya no lo tengo miedo, él no va a salir ganando de esta. Voy a luchar para que se haga justicia. Sea como sea —habló Bee, se veía mucho más segura que antes—. Así que, si en el plan necesitan que me vuelva la mejor sobrina del mundo, y me gane su confianza, estoy dentro.

—Eso ayudaría mucho, de verdad —mencionó Bianca, yo asentí.

—¿Sabes qué también ayudaría, Nick? Hablé con un amigo que conocer a un gran psicólogo, creo que te haría bien hablar con él.

Yo negué.

—No la necesito, solo necesito dormir un poco y estaré como nuevo.

—Respuesta incorrecta, pero ya hablaremos de eso luego, no te vamos a dejar solo en esto, ¿bien? —Bianca tomó mi mano, me miró fijo y me relajé un poco. Ni siquiera sabía que había estado tan tenso hasta que dejé de presionar los dientes.

Sonreí, si sonreía dejarían de mirarme con lástima. Suspiré un poco. Me sentía solo.

Miré a la puerta, esperando que tal vez alguien entrara, pero no llegó.

—Está haciendo todo el papeleo, Nick —dijo Bee de pronto, yo la miré confundido—. Chase llegó antes que nadie para verificar que estuvieses bien, tú estabas durmiendo, está abajo junto a Rob arreglando todo lo necesario. Mandaron a Kevin a cuidarte, él está aquí afuera. —Señaló la puerta—. No sé qué pasó entre ustedes, pero solo quiero que sepas que no te odia, si es lo que piensas. Chase te quiere mucho, todos te queremos mucho.

—Exacto, jamás pienses que estás solo, porque eso no es verdad, porque podrán quitarte toda esa fama, poder, riqueza, pero nosotros vamos a seguir aquí, tu familia, amigos, porque valoramos tu corazón, tu bondad, a Nick Bucket. Julien Garnier nos cae bien, pero Nick es el especial —Bianca guiñó el ojo.

Miré a la ventana.

Solo quería volver a mi casa y dormir.

Aquella misma tarde, mis padres me llamaron, mamá estaba llorando, y sé que, en otro momento, yo lo hubiese hecho también. Pero nada salió de mí.

Bianca aún se encontraba a mi lado, Bee debía volver a trabajar. Chase no apareció.

Me quedé un par de días más, mientras revisaban que todo estuviese bien. El doctor dijo que había tenido golpe al caer por el desmayo, pero no era algo tan grave. Me recomendó no volver al escenario hasta que estuviese bien por completo. Rob le pidió que se lo repitiese a Andrew, así no me asignaba conciertos sorpresa.

De todos modos, ese descanso médico se relacionaba a mis vacaciones luego de la gira, entonces Andrew no podía hacer nada al respecto.

O sí.

Transmisiones en vivo desde mi casa, pero eso vendría luego. Por el momento, solo debía descansar.

El día que me dieron el alta, Bianca y Rob se encontraban conmigo. Kevin nos llevó a casa, y Rob no se fue hasta estar seguro de que estuviese cómodo. Le faltó muy poco para ponerme un cartel de bienvenida y algunos globitos.

Agradecía que no lo hubiese hecho.

—¿Y vas a comer? —preguntó Rob en la puerta de mi casa, no me dejaba cerrarla.

—Sí, Rob. Voy a comer, y no voy a tomar energizantes, más que nada porque mandaste a que quiten todos lo que tenía aquí en casa. Pero gracias por todo.

Luces, música y acciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora