Cap 55: Arcanas y horripilantes criaturas

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Akemi: ¿Qué ocurre? ¿Por qué el grito?

Aqua: Están... están en ... esa dirección... los... los venados son horribles... no ... no ... no tienen... les falta... los ojos... su rostro... está ... está deforme...

Kyouya: Aqua divisó criaturas en esa dirección, y por lo que describe, no parecen amables.

Riku: En ese caso, es mi turno ¡Glow arrow!

Aqua: ... pero su... su cuerpo tiene... más de lo debido... Son varios ... y ... y ... están comiendo ...a un ... a un...

En llegar hasta ellos mucho no tardamos, y el ver a Aqua tartamudear en su tembloroso cuerpo oculto en la espalda del héroe de la espada, no hizo más que alertarnos. Raudamente Riku puso manos a la obra y en la dirección indicada por el índice de la Diosa, disparó el hechizo que se abría paso entre neblina y tinieblas. A bajo nivel este viajaba, iluminando los hongos que se encontraba a su paso, hasta que finalmente impactó en un área difícil de roer.

- ¡¡Un Sorcán!! – x (todos)

La punta de la flecha apenas logró penetrar en la piel, pero fue lo suficiente para iluminar la gran bestia verde oscura con manchas negras, que se encontraba reposando en el suelo. A unos centímetros de su cuerpo el hechizo logró iluminar, incluso iluminó los fluidos del monstruo que saltaban a chorros desde su interior. Como ya puedes suponer, no mostraba signos de respiración, ni de movimiento ni de resistencia al dolor, era muerto y era alimento.

Alrededor del cadáver se encontraban cinco seres cuya estructura básica recordaba a los tiernos animales del bosque. Sus colores no diferían den gran manera a los ya conocidos, pues el color general era un intenso marrón con pequeños puntos amarillos alrededor de su cuerpo. He de decir que estas criaturas aún mantenían la cola y las patas como uno normalmente relacionaría, pero aquello era la única excepción.

En los machos, los largos cuernos se habían precipitado hacia el frente, incrustándose por las fosas nasales y siendo expulsadas por los costados de la boca, terminando en unas filudas púas; además, eran ligeramente más gruesos y de un color oscuro muy profundo; así mismo, tenían morros más alargados de lo normal. Al igual que la criatura que devoraban, no poseían ojos, tan solo se apreciaba unas cuencas vacías que se encontraban cubiertas con la piel del animal. Sus orejas, ya de por sí largas originalmente, habían crecido enormemente, su longitud llegaba a la altura de su cuerpo; no obstante, podían moverlo a voluntad tensándolo por completo y orientándolo hacia cualquier origen de sonido. Justo por debajo de su cuello, le habían crecido extremidades extra, eran unos pequeños brazos dispuesto en forma de "N". Estos eran, principalmente, amarronadas, robustas y verrugosas extremidades; no obstante, el último doblez era una poderosa arma corta y puntiaguda.

En cuestión de segundos, las horripilantes criaturas, usaban sus extremidades extra para perforar la difícil piel del Sorcán, y a la par, hacer que explote desde su interior; pues esos raros brazos poseían una potencia inimaginable, posiblemente destrozaría a un humano desde adentro de su armadura con un solo golpe. Sus mandíbulas, con una dentadura muy similar a la humana, mordisqueaban los puntos más débiles de su víctima, se dedicaban a mascar sus entrañas, o con sumo cuidado a triturar sus filudos dientes. Aún quedaba carne por consumir, pero el Sorcán tenía una apariencia ligeramente "desinflada", además de poder apreciar su tórax.

Kyouya: ¡Posiciones! Parecen que atacaran.

Akemi: Que mal que Darkness no se encuentra, la hubiéramos enviado a establecer contacto. Así que... ¿Dai?

Dai: ¡No pienso arriesgarme de esa manera! No sé qué podría encontrar más adelante, en esa oscuridad.

Yunyun: Si realmente nos van a atacar, ¿No sería conveniente poder verlos en cualquier momento?

¡La maldición del Demonio en este horrible mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora