Una gran explosión, 48 víctimas, 1 culpable.

Desperté en el hospital, yo fui la que salió más herida, quedé inconsciente pero no a causa de la explosión, sino por haber inhalado el aroma de los químicos cuando me los lanzaban, tenía la piel realmente quemada, lastimada, los ojos me dolían y por alguna razón, estaba esposada a la cama en la que estaba, me explicaron la razón del porqué era yo quien debía estar esposada, y fue gracias a la acusación de 47 alumnos, quienes aseguraron haber sido engañados por mi para quedar encerrados en aquel laboratorio.
Dijeron que era un milagro hubiera sobrevivientes, ya que la explosión fue tan grande que todo el colegio tuvo que ser evacuado, los bomberos hicieron su mejor trabajo, pero dicen que lo que más les sorprendió, que el verdadero milagro había sido yo, ya que fui la última en ser sacada, y fue un trabajo bastante difícil ya que por la magnitud de la explosión el fuego se expandió muy rápido debilitando la estructura de aquel laboratorio. Algo que mencionaron, que les pareció extraño, es que yo tenía en las muñecas algo como unas ataduras, creen que es por alguna extraña moda mía, pues fue lo que dijeron mis compañeros y confían mucho en 47 personas que aseguran lo mismo, a pesar de que eso suena totalmente ridículo, los médicos no quieren fiarse de mi palabra porque dicen que por el accidente puedo tener como una especie de efecto secundario, la pérdida de memoria o divagar entre cosas, y lo que para ellos es el milagro más grande, para mí, es la prueba de que Dios no me quiere.

La policía estaba exactamente fuera de mi habitación, platicando con los médicos, llegaron al acuerdo de que, como soy menor de edad, iría a un centro psiquiátrico para una "mejor recuperación y estabilidad mental" todo esto claro, después de que me recuperase totalmente del accidente, o al menos, en su mayoría.
Pregunté la razón del porque un centro psiquiátrico, y el policía dijo que fue un acuerdo al que llegaron los médicos y él, una de las enfermeras, me explicó que cuando me ingresaron al hospital, después de estabilizarme, notaron algunas heridas en los brazos, y asumieron que era una chica con depresión e intentos suicidas, y el "accidente" fue un intento fallido de un suicidio de gran magnitud. Lo más ridículo que escuché, lo más lógico que les pareció.

Cada semana la policía visitaba a la adolescente suicida para verificar su salud y trasladarme al centro psiquiátrico, sus visitas fueron durante 7 meses... 7 meses que estuve en ese hospital, 7 meses fueron los que estuve sola, pues en todo ese tiempo, mis padres no se aparecieron, la única visita era la de los médicos para evitar que muriera, y la de los policías, para evitar que huyera, fueron 7 meses dónde mi cuerpo pudo descansar de abusos, torturas, golpes... A pesar de haber estado en un hospital, fueron los mejores 7 meses de mi vida hasta ahora, pero claro, tarde o temprano mi felicidad debía irse.

Cuando los policías consideraron que mis heridas habían desaparecido casi en su totalidad, fui encerrada en "El mejor centro psiquiátrico de Corea del Sur" para "ayudarme" a resolver mis problemas, aunque realmente era un manicomio donde experimentaban con quien estuviera allí, y yo no fuí la excepción.  Intenté escapar miles de veces de ese lugar y cada intento fallido llevaba consigo una descarga eléctrica que los "enfermeros" en ese lugar me daban, para que, según ellos, mi mente se volviera más normal.
Inyectaron miles de medicinas durante 3 años en mi cuerpo, cientos de veces fui drogada, me convertí en el conejillo de indias favorito de ese lugar, hice una amiga, un año menor que yo, llevaba en ese lugar casi toda su vida, en un nuevo experimento, ella fue elegida para probar "La medicina que resolvería los problemas de esquizofrenia" le inyectaron algo en el cuello, y ella enloqueció, el efecto surgía cuando la inyección era sobrecargada con electricidad, por la reacción de los átomos o algo así escuché, así que le dieron 17 descargas a la chica, y en 16 se retorcía de dolor, y solo en una se detuvieron, en la última, porque su sujeto de pruebas, había muerto.
Sabía que yo sería la siguiente, e intenté huir una vez más, y es aquí donde tienes en tus manos la elección, morir electrocutada y drogada, o ser libre por 5 segundos y morir por un choque contundente contra el suelo por haber saltado de la azotea, obviamente yo elegí la segunda opción, pero no salte cuando debía, y fui atrapada por los malditos asesinos que la gente llamaba doctores, fui sedada, dijeron que no tenía nada que temer, que todo estaba bien, que mi proceso ha sido largo pero he mejorado, cada noche, durante esos tres años, fui drogada, y nunca tuve un buen sueño, las pesadillas de mi pasado se hacían presentes en mi mente, las risas, las burlas, las sensaciones, su rostro. Tuve que dormir meses con camisa de fuerza, pues me lastimaba mientras dormía, tuve que dormir meses encadenada a mi cama y drogada, pues me daban ataques de pánico e insomnio.
Dijeron que no saldría pronto porque faltaba parte del proceso para mí "recuperación total", de ese lugar nadie a salido caminando por su cuenta, cada que algún paciente es dejado en libertad, es porque ha muerto, y mi plan claramente no era salir en una bolsa.
Durante esos 3 años aprendí a escabullirme en aquel lugar, podía escuchar las pláticas de los enfermeros desde los ductos de ventilación, aprendí a mezclar medicinas y a usar  sedantes, y de algo estoy segura, el tiempo que estuve encerrada en ese lugar, valió la pena para poder arreglar todo para mí escape, en una noche lluviosa, logré salir por uno delos ductos, no tardarían en darse cuenta de mi ausencia, así que me apresuré, tuve que sedar un guardia para poder huir, los tipos del lugar se rindieron demasiado fácil, pues dejaron de seguirme y de buscarme demasiado rápido.
Al yo ser una persona teóricamente "conocida" en la ciudad y el manicomio, al ser "el mejor lugar de recuperación de toda Corea" quizá dirían que fuí trasladada a "asuntos especiales", ya que no podían decir que había escapado o darme por muerta, pues era un lugar de alta gama, con la mejor seguridad, y si se daba la noticia de que había escapado, su fama quedaría perjudicada.

No tenía dónde quedarme, y no sabía dónde estaba, así que esa noche, dormí en el basurero de algún barrio, en alguna ciudad de Corea, la cuál era un mundo nuevo para mi, fui privada de mi libertad durante 3 años en un manicomio, fui trasladada 17 veces, en un maldito costal, no conocía nada ni a nadie, estaba perdida, y no lograba ver nada a mi alrededor debido a la lluvia y a la oscuridad de la noche.

Era extraño volver a las calles, recuerdo que la última vez que camine por mi cuenta en la calle, fue cuando tenía 12 años, aún vivía con mis padres, y ninguna escuela había sido incendiada.

Esa noche entre la basura encontré comida, me alimente y dormí, al día siguiente el dueño de ese basurero me corrió, vagué por las calles un buen rato, todos me veían raro ¿Acaso nunca habían visto a una chica sucia vestir la bata de un psiquiátrico que se mojó debido a la lluvia?.

El Origen de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora