James
—Asteria esta pérdida desde hace 2 horas, Sirius—Exclamo el castaño.—Dos malditas horas, james, tal vez te abandono—Bromeó el mayor de los Black
—Sirius, cállate
—Cállate tu, Remus
—Ella esta bien, James. Solo se a ido dos horas, tal vez quería un respiro de todo—Dijo Peter sentado al lado del animago.
—Pero ella dijo que iría con Lily, ella nunca se desvía.
Y justo en ese momento una carta vociferadora voló hasta ellos. James la abre creyendo que venía de Dumbledore dando noticias de su amada.
Pero al abrirla se le rompió el corazón completamente, eran gritos y lloriqueos de la castaña ojiazul a la que amaba, pidiendo clemencia y gritando por ayuda, los cuatro merodeadores estaban con los ojos cristalizados por su amiga. Si no actuaban rápido ella moriría.
Asteria.
La voz ya no salía de su boca de tan reseca que estaba de tanto gritar y llorar, moretones y sangre rodeaban su cuerpo, la palabra "Traidora" estaba escrita grande y profunda en su brazo y brotaba sangre de ella, su pelo, antes castaño claro, ahora era de color cobre por la sangre que le broto de un torpe golpe en su cráneo. El dolor era tanto que ya no esperaba más, quería morir en ese momento y si le hacían algo más, tal vez lo haría.—Dime donde esta Lilianne Evans y todo esto acabará — Le dijo un mortifago al oído.
—Nunca—Susurro ella salpicando pequeñas gotas de sangre.
—Tu lo pediste.
Y la maldición cruciatus volvió a hacer su trabajo, torturandola hasta perder la conciencia por segunda vez.
Las horas pasaron y ella seguía ahí, a punto de morir, rodeada de caras desconocidas y desagradables, en un lugar que le resultaba familiar. Una persona entro a la habitación y cuando la luz le dio, pudo ver la sorpresa en sus ojos.
—Reg... —Susurro la chica con una mínima chispa de esperanza
—Oh Astie... —Susurro el muchacho a su amiga, antes una hermosa ravenclaw carismática y amigable, ahora una mujer frágil y a punto del colapso.
Corrió hacia ella e intento soltarla pero lo detuvieron desmayadolo, ahora si, toda esperanza de supervivencia se había ido de su cuerpo.—No se donde está Lily—Dijo ella
—¡Mientes! —Grito una mujer de cabello cobrizo
—No miento, no lo se, yo en verdad no lo sé— Y no era del todo mentira, todo había afectado su cabeza ya, estaba confundida, sabía que estaba ahí por la ubicación de Lily, que tenía pareja y que el tendría un hijo con otra mujer, pero de ahí en más estaba perdida.
—Por favor... —Dijo en un susurro
La puerta se abrió se golpe, todos se pusieron alerta, hechizos de aquí allá, cuerpos en el suelo, gritos... Pero Asteria estaba aturdida, veía los "rayos" que las varitas lanzaban junto al hechizo, pero no podía identificar cuales eran.
Alguien se acerco a ella y se asusto, intentando retroceder en la silla y llorando más fuerte.
—Deja de llorar—Dijo el hombre frente a ella—Soy yo, soy Remus, te voy a desatar.
Y como dijo, la desato y saco del lugar, momentos después los demás los siguieron y se reunieron en la sala de juntos de la orden del Fénix.
James abrazo a Asteria en cuanto la vio, la llevarían a san mungo pero necesitaban saber que sucedió antes.
–Cariño, estoy aquí—Le susurro cuando ella lloraba en su pecho y el sollozaba con su barbilla recargada en la cabeza de la chica.
—No me haga daño—La escucho y esto confundió a todos en la sala, pero menos a Dumbledore, que estaba más que apenado por lo que le había sucedido.
—No te haré daño
—Yo no se donde esta Lily, se que esta embarazada y q-que yo soy su amiga, se que el bebé es de mi novio pero-o eso es todo, lo juro—Levanto las manos como señal de "paz" o más bien de clemencia.
—Amor, soy yo, soy James, tu novio. Estas a salvo—Le dijo tomando sus manos
—¿James? ¿P-Potter?—El asintió—No lo sé, yo... No se donde esta tampoco
—Somos Remus, Sirius y Peter, ¿Nos recuerdas? —Preguntó Remus buscando indicios de recuerdos.
—Ellos... Están fuera de la ciudad, n-no se dónde, pero si lo supiera no lo diría—Dijo ella
Estaba perdida, todos notaban que repetía lo que había dicho a los mortífagos para proteger a sus amigos.
—Querida, ven, vamos al hospital
—Profesor dumbledore... —Todos voltearon a verla en cuanto reconoció al hombre—Le juro que nos sabía que Severus terminaría con el cabello azul
—Lo se, Asteria.—Contestó
En san mungo tampoco les daban muchas ilusiones, James se quedó la semana entera durmiendo ahí, al lado de su novia esperando a su mejora, le dijeron que todo era mas como un bloqueo, pero debían estar preparados para la perdida de memoria o locura, ya que la tortura había sido mucha y constante.
—Deberías ir a darte una ducha—Dijo Sirius al lado
—No quiero que se quede sola, estaré aquí hasta que ella regrese conmigo—Dijo el miope
—Yo me quedaré—.
–No
—James... Debes dormir
—Debí ser yo—Dijo el chico en un susurro
—¿Qué?
—Debí ser yo—Dijo más alto—Ella estaba cansada, me lo dijo, no se sentía bien y le dije que yo iría pero no quiso, debí haber insistido, debí haber ido con Lilianne y debí haber sido yo.
—No digas eso, nadie lo sabía, si no, no la hubiéramos dejado salir de casa, así que deja de decir esas estupideces, no fue culpa de nadie.
—No quiero irme de su lado...
—Ella estará bien, yo la cuidare, ahora ve a ducharte, nadie querrá irse contigo a ningún lado si estas así.
Renego pero termino llendo a casa por un baño. Sirius estaba preocupado, no lo demostraba tanto como Rem y James, pero le mortificaba que la risueña castaña no los recordará, más a James, que estaría destruido.
—Tienes que despertar, y debes recordarlo todo, ¿me oíste? Te prohibo olvidar todo lo que vivimos en Hogwarts, cuando James te pidió vivir con el, o cuando hicimos la mudanza, incluso cuando Mcgonagall nos regaño por algo que por primera vez no hicimos...
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Amortentia ────── One Shots
FanfictionHistorias cortas del universo cinematográfico de Harry Potter.