𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 3 : 𝑃𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑎𝑠

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A decir verdad me sentía bastante culpable.

TDog y yo intentamos convencer a Rick, más TDog que yo, él era más valiente que yo.

- ¿De verdad queréis que vivan en la celda de al lado? ¿Querer volver a dormir con un ojo abierto?

- Lo hago todavía - lo solté sin más, no pensé en el impacto que tendría. No me podía culpar por hacerlo, habíamos estado un año vagando por la carretera y de un lado a otro, no fue fácil y tampcoo lo seguía siendo.Todos comenzaron a dar sus opiniones, Lori, Carl y Beth estaban con Hershel dentro así que no participaron. Lori se pondría pronto de parto, no me caía muy bien pero su bebé no tenía la culpa.

- Después de todo lo que hemos luchado, y si deciden, no se, quitarnoslo - Carol había cambiado, hace unos meses les hubiera ayudado.

- Pero si les echamos será lo mismo que ejecutarlos - no me podía creer que la vida de tres personas estuviera en juego, cada vida valía y más en esta situación.

Todos menos TDog y yo se negaban, no me podía creer que Sasha y Connie también. Eran buenas personas pero el miedo les pudo. Incluso Maggie, quién una vez nos ayudó y acogió en su granja se negaba.

- Vamos, esos tíos pueden tener más sangre que nosotros en las manos - lo que decía TDog era verdad, apreciaba el buen corazón que tenía ese hombre.

Todos se negaron y no había más que hablar. Les dejamos ahí hasta que terminamos las tareas.

Metieron los coches que teníamos en la prisión, nunca se sabe cuándo hay que huir. Rick, Daryl, Glenn y yo, mientras ellos hacían eso, fuimos a por leña fuera. A veces me sorprendía la facilidad con la que ignorábamos a los caminantes, había una de ellos al otro lado del pequeño lago, no nos percibió así que la ignoramos como si fuera una persona cualquiera, como una persona viva.

Cortamos leña, bastante a decir verdad. Íbamos a quemar más cadáveres, no queríamos sembrar una tierra con carne podrida sobre ella. Los músculos de mis brazos comenzaron a doler después de cortar tanta leña, no tardamos mucho más en volver. Hicimos todo bajo la atenta mirada de los presos, la mirada de Pieck era de recelo, "¿Como me podía odiar tanto?".

Levanté la vista una vez que entramos entre las vallas, Hershel estaba caminando con muletas, y eso que solo habían pasado dos días que no tenía pierna.

- ¡Así se hace Hershel! - Glenn gritó desde abajo, no pude evitar reír un poco cuando Daryl le regañó, así atraería a los caminantes.

Todos estábamos realmente felices de poder verle caminar, con muletas, pero se podía mover. Hershel era un hombre gentil, rondaba los 65 años pero tenía un alma joven, jamás se cansaría de luchar. Sus hijas lucían realmente orgullosas de él, estaba acompañado por todos los que habían permanecido en el bloque.

Un atisbo de felicidad que no duró mucho.

Una cantidad considerable de caminantes apareció detrás de ellos. Salimos corriendo mientras Glenn se encargaba de cerrar la verja, lo único que podías escuchar eran los gritos desesperados de Rick gritando que salieran de ahí y las disparos que estos proporcionaban a los caminantes. Tenían suerte, Carl tenía muy buena puntería a pesar de tener 13 años.

Los disparos seguían y nosotros corríamos, nuestros compañeros habían entrado dentro del edificio.

Abrimos las puertas, teníamos que pasar en medio de los presos. Abrimos la última puerta, el último obstáculo y salimos corriendo a salvarles. Se habían separado y dentro era más difícil encontrarles. Los presos venían corriendo detrás de nosotros aterrorizados.

No te pares || Pieck FingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora