¿Alguna vez se te ha ocurrido qué puede estar pasando en la cabeza de un fuckboy? Bien, pues esta historia es de Aiden, un chico de pelo negro y de ojos azules, que llega nuevo a la universidad y revoluciona a la gente.
Acaba enamorándose de una chi...
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Habiendo llegado al campus, aparqué mi moto en la entrada, me quité el casco y sin bajarme comencé a observar a mi alrededor a la gente que iba entrando. La mayoría se veían muy arreglados y formales, yo debía de verme bastante indecente con estas pintas, al fin y al cabo era lo primero que agarré al despertarme.
— En fin, es lo que toca — Suspiré y me bajé de la moto, le puse su candado y me aseguré de dejarla con seguridad, al fin y al cabo, era lo único que me importaba en esta vida.
— ¡Oye malote! — Sin si quiera haberme despedido de mi moto, un chico se acercó hasta mí corriendo — Esta noche hay una fiesta en la casa de Scott, ¿vendrás? — Aquel chico se quedó mirándome impaciente por mi respuesta.
— ¿Y tú eres...? —Dije mientras que me rascaba la cabeza extrañado por aquella interrupción.
— ¡Ah si! Me llamo Ethan — Dijo a la par que extendía su mano para dármela .
— Yo soy Aiden — Dije con un tono más seco mientras que miraba su mano sin llegar a estrechársela — ¿Aquí sois todos tan formales? —Dije mientras que miraba a mi alrededor y agarraba mi maleta.
— Sí, bueno... Sólo algunos... Los que suelen llegar pronto —Dijo mientras que bajaba su mano dándose cuenta de que yo no se la estrecharía.
— Entonces parece que me he equivocado de hora — Dije mientras que volvía a mirarlo.
— Eres muy graciosillo Aiden, pero creo que deberías de preocuparte más en conocernos —Dijo Ethan en un tono un poco más serio a la vez que su mirada se volvió algo intimidante.
—Está bien, está bien, no me vayas a pegar —Dije con tono irónico ya que lo único que me causaba aquel chico, era un poco de risa — Volviendo al tema por el que viniste... No sé quién es Scott.
— Es aquel —Ethan señaló a un chico que iba caminando junto con dos chicas, vestía una chaqueta universitaria, como si perteneciese a algún club de deporte o algo así — Es bastante popular por aquí, así que deberías de tener cuidado con él.
— ¿Ah sí? — Aquellas palabras me sonaron desafiantes, así que agarré el casco de mi moto junto con mi maleta y comencé a caminar decidido hacia aquel chico ''popular''.
— ¡Espera! ¿Dónde vas? —Dijo Ethan muy alterado al ver la reacción que había tenido.
— A presentarme, Ethan —Dije mientras aceleraba el paso y me acercaba a él —Hola chico popular, ya veo que estás ocupado con tus amiguitas, pero me da igual —Dije mientras ponía mi mano sobre su hombro haciendo algo de fuerza — Hola, soy Aiden, y soy nuevo por acá, sólo quería pasarme para decirte... —Carraspeo aclarando mi voz y haciendo que se vuelva un tono un poco más grave — ... Que ni se te ocurra molestarme... —Me quedé mirándolo a los ojos intimidante — ¡Ah por cierto, me auto invito a tu fiesta, así que nos vemos esta noche! — Dije mientras soltaba su hombro y me alejaba con una sonrisa hacia Ethan, el cual se veía muy asustado por lo que acababa de hacer.
— Estás muerto, tío —Dijo mientras me acercaba a él y se podía observar cómo temblaba un poco.
— Eres un cagao Ethan, hay que echarle un par de huevos a la vida y no quedarse sentado esperando a que te pisoteen, yo simplemente fui a presentarme a mi nuevo mejor amigo Scott —Dije mientras que sonreía complacido por mi acción.
— Si tú lo dices... —Ethan realmente se veía asustado, supongo que era normal para alguien que tenía esas pintas de empollón.
— ¿Y tú? ¿Irás a la fiesta de mi nuevo mejor amigo? —Dije en un tono irónico.
— S-supongo... —Dijo Ethan mientras bajaba su mirada al suelo sin terminar de asimilar lo que acababa de pasar.
— ¡Bien! Pues espero que no vayas vestido como ahora —Dije devolviéndole una sonrisa.
— Perdona, pero esto es ropa de una marca muy importante —Dijo con un tono que me resultaba repelente.
— Ya... —Suspiré y me giré hacia él levantando mis brazos hacia los laterales y caminando de espalda — Y yo llevo unos pantalones rotos y no es que me importe mucho, la verdad.
— Si tú lo dices... —Dijo mientras que me miraba de arriba a abajo como si le diese algo de repelús —Mira, en este edificio es donde tendremos las clases, ¿estás listo?
— No, pero no me queda otra, así que para dentro — Rodeé su cabeza con mi brazo y me lo llevé dentro del edificio sin saber a dónde ir exactamente, pero ya tenía a un empollón que me guiaría.
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