Capítulo 26 "Buenas noches" (Dan Bi)

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La seguí un poco por detrás y me paré en el pasillo. No tenía mi pijama. Sí o sí tenía que pasar por mi cuarto.

-¿Qué pasa?

-He de ir a por mi pijama.

-Da igual. Te presto el mío.

-¿Y tú?

-Duermo con esta ropa y mañana me cambio. En serio. No pasa nada.

Asentí. No tenía ganas de ir y ver a las chicas de mi clase. Así que en silencio, entramos en el cuarto de la suya y ella cogió su pijama, dándomelo a mí. Era un camisón. La miré esperando a que se diese la vuelta o algo y pareció leerme el pensamiento.

-Yo… Eh… No te veré con la oscuridad. No te preocupes.

-Vale…

-Solo está mi cama libre.-susurró- Pero si estás incómoda, duermo con alguna amiga yo.-propuso.

-No… Da igual… No importa…

Sí, me iba a incomodar compartir cama, pero al mismo tiempo quería que sucediese. Era tan extraño. ¿Era normal? ¿Lo era?

Con rapidez, me cambié, procurando que no se me viese nada pese a la oscuridad. Sonreí al notar el olor de la prenda de ropa. Olía como ella. ¿Estaba sonriendo por eso? Aquello era… Hice una mueca y tomé aire.

-Ya…-le avisé mirando en su dirección.

Super Girl se había metido en la cama y se había pegado a la pared, dejándome hueco. Me tumbé procurando que nuestros cuerpos no se rozasen y me quedé quieta. Pero cinco minutos después, notaba que me dolían todos los músculos del cuerpo. Aquello era incomodísimo. Era imposible dormir estando en una posición tensa. Quizá era mejor que me marchase. Porque encima, la estaba haciendo dormir mal a ella, que era quien me había ayudado.

Me giré y nos quedamos cara a cara, pero con separación. Tenía los ojos abiertos y al ver que la miraba se mordió el labio.

-Es mejor que me vaya con una de mis amigas… ¿No?-inquirió flojito.

-No… La que se debe ir soy yo.

-Yo estoy bien.-mintió, era imposible estar bien en esa postura, pero si lo decía sería porque prefería que me quedase ¿no?

Y si quería que me quedase, yo quería quedarme. Nunca había tenido una auténtica amiga. Una cercana. Era la primera vez que conectaba con una persona tan bien y tan pronto. Así que quería quedarme.

-Puedes… Puedes acercarte más. No me molesta…-indiqué.

-¿De verdad?

-Sí…

Sonrió y lo vi con la escasa claridad que entraba por la ventana. Se acercó, relajándose y noté sus rodillas rozar las mías y sus brazos los míos. También podía notar la respiración cerca de mi cara. Y todo el conjunto, me gustaba.

-Super Girl…-la llamé aunque había cerrado los ojos.

-Hum…

-¿Podemos ser amigas?

Los abrió de inmediato.

-¿Eh? ¿Amigas?

-Sí… Quedar… Si no es una carga.

-No… Supongo que sí podemos.

-Gracias.

-De nada…

Ahora la que los cerró fui yo. Era agradable pensar que iba a tener una amiga. Seguro que mi padre se alegraba de ello cuando se lo contase.

-Pringada.-me llamó ella.

-¿Sí?

-Lo de antes…

Dejé de respirar al acto.

-No vuelvas a dejarte engañar por esa gente. Si te mola un tío, ve a por él. Pero si ni siquiera te gusta, no hagas chorradas.

Respiré relajada y asentí. No iba a volver a caer con esa gente.

-Vale… A ti… ¿Te gusta alguno?-inquirí curiosa.

-Sí… Bueno… Ninguno en concreto ahora, pero sí.

-Ah…

Si a ella le gustaban los chicos, ¿por qué me había devuelto el beso? ¿Y a mí? ¿Me gustaban los chicos? No lo sabía. Ahora no sabía nada de nada. Era todo muy confuso. Jamás lo había pensado. ¿Qué iba a pasar de ahora en adelante? Sentía que la cabeza me iba a explotar.

-Buenas noches.-dijo.

-Buenas noches…

No dijimos nada más. Mejor que me durmiese, ya que no conseguiría respuesta alguna en ese momento.

De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora