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- Alguien escuchó algo?

(...)

- abran la puerta de esta cosa, ahora mismo par de idiotas!!

Gritó nuevamente golpeando la madera con suma fuerza pero al no tener respuesta alguna se limitó a bufar y sentarse en el suelo en 'su lado' del pequeño armario, sentía una pequeña irritación en su garganta por los fuertes gritos que había dado por alrededor de unos tres minutos, llevó su cabeza hacía atrás gruñendo ante tal situación, apenas consiguiera alguna forma de salir de ese sitio mataría a las personas que lo habían encerrado, amenaza dicha, amenaza cumplida.

Bajó la mirada por un segundo encontrándose con la silueta de su acompañante el cual, para él, le parecía raro en ese preciso momento.

¿Estaba bien?, ¿Algo le había picado o que?, Literalmente lo miraba confundido, muy confundido, no recordaba si en algún momento de los años que lleva conociendo a esa persona lo había visto de tal manera.

Alzó una ceja frunciendo levemente el ceño manteniendo su mirada en el venezolano que casi parecía que estuviera delirando y apunto de perder la cordura cuando en realidad trataba de mantenerla con todo el esfuerzo posible.

- oye.. que demonios pasa contigo?, ¿Todo bien?

El mayor levantó su vista por un momento gracias a que las preguntas ajenas habían llamado su atención, tragó grueso e inhala profundamente buscando calma.

- To-todo bien! Enserio! - respondió con una radiante sonrisa, la confución del sirio aumento un poco.

Normalmente el no se preocupaba por alguien que no fuera él mismo, pero quizá haría una pequeña excepción en ese momento.

- seguro?

- Eh.. Sip! Si, si claro, no se preocupe jeje.. - rió nervioso para luego volver a su pequeña paranoia

El menor arrugó sus cejas para observarlo con detenimiento, a su punto de vista no estaba bien, y siendo él un experto en decir mentiras, sabía cuando alguien le decía una en su cara, bufó nuevamente y se acomodó en el lugar donde estaba para tener por lo menos algo de comodidad.

- Haré que te creo..

Cerró sus ojos por un breve momento teniendo ambos brazos detrás de su nuca. Definitivamente esa noche iba a ser algo larga.

(...)

Le da un sorbo a el té que tenía servida en su taza sintiendo la calma invadir su cuerpo mortal, definitivamente le había encantado el sabor de aquella sustancia con el saborizante en una pequeña bolsita.

Regresaba de la cocina para dirigirse a la habitación en la que estaban los demás, se podían escuchar los gritos desde el exterior de esa habitación, respiró profundamente al escuchar una pequeña, pequeñisima explosión proveniente de la recámara, con su mano libre abrió la puerta encontrando a la gran mayoría llena de polvo negro e inmóvil mientras que los que quedaban estaban en la única esquina que no estaba llena de aquel polvo oscuro, miró incrédulo al resto que apuntaban con su dedo índice al responsable de la explosión diciendo al onisono “¡fue él!", pareciendo niños apunto de ser regañados con su madre o algún adulto, como respuesta reciben un resoplido por parte del culpable.

- Sisi, échenle la culpa al alcohólico... - se quejó el colombiano mientras se cruzaba de brazos e intentaba hacer un puchero, cosa que no tuvo éxito alguno.

(...)

Ambas personas estaban un poco alteradas, bueno, solo una, la otra solo se había sobresaltado por la explosión que había sonado casi de repente.

❰✎❝℘ʀoհίɓɪժօ❞. .•.*。🌸🖤❱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora