el poder de los yegarista(erenmika)

c a p i t u l o 3

Nadie sospecharía de un tonto.

Bailando, alegre, borracho de vino tonto.

Nadie sospecharía de un tonto porque a menudo olvidaban que había un hombre detrás de esa máscara.

Falco evadió a la multitud tan ágil como si le crecieran alas en la espalda, dando dos vueltas a una esquina familiar para perder la compañía detrás de él. Los niños gordos del mercado arrojaron el contenido de su estómago sobre el adoquín mientras intentaban atraparlo. Al darse cuenta de que los rastros de polvo habían desaparecido antes de que siquiera vieran al chico rubio, los niños informaron a su maestro y regresaron a casa con zarcillos rojos en la espalda.

Luego alisó los pliegues de su chaqueta y lentamente se quitó el bolsillo falso que tenía dentro. Fue un buen truco que le enseñó su hermano Colt. Nadie podía estar muy seguro de las inspecciones aleatorias que habían estado haciendo últimamente.

Golpeó la puerta de metal con tanta fuerza como pudo, las cadenas a su alrededor tintinearon ruidosamente y se le puso la piel de gallina en los brazos.

"Joder, chico".

"¡Date prisa, me estoy congelando!"

Connie asomó la cabeza, vio a su aprendiz temblando y lo dejó entrar. No podían llamarlo hogar porque no lo era, era una alcantarilla. El Capitán Levi tendría un ataque cardíaco inmediato al entrar. O un día de campo tratando de limpiarlo. Dios sabía que el hombre tenía algunos problemas de ira que solo pueden resolverse metiéndose profundamente en algunas sustancias químicas.

"¿Qué me traes?"

Falco le entregó una carta. Estaba escrito en pergamino quemado y sin sellar. Falco intentó mirar y leer por detrás del hombro de Connie.

"¡Oye! Dame un poco de espacio. De todos modos, eres demasiado corto para alcanzarlo ".

"¡No es justo! ¿Sabes cuánto tiempo tuve que correr para perder a esos niños gordos? Mis zapatos están gastados ahora ".

"¡Te acabo de comprar un par nuevo la semana pasada!"

"Un par de viejos. No es el mísmo. Ha estado corrompiendo nuestro dinero, ¿no es así, Sr. Connie? Sabía algo de matemáticas básicas, ya sabes. Deberíamos haber podido pagar al menos una pequeña casa en las afueras de la ciudad con la cantidad de dinero que reunimos ".

"Eh ... Ya sospechan un poco de mí ..."

"De ninguna manera. Tú mismo me dijiste que nadie sospecharía de un tonto ".

"¡Este es un pueblo pequeño! ¡Solo hay suficientes carteras para elegir!"

Iré la próxima vez. No me quedaré en esta alcantarilla para siempre ".

"Atta chico. Ahora déjame leer esta carta en paz ".

Ambos miraron hacia abajo para leer.

Quien haya recibido esta carta,

La Alianza o los leales, nuevos o viejos,

Por casualidad, me cruzo con un anciano hombre del bosque.

Hablamos y reímos.

No regresar, porque tenemos tiempo.

- A

"..."

"..."

"Señor. ¿Connie?

"¿Es esto lo que creo que es?"