Inmarcesible

Capítulo 7

Horas después miro el reloj que está colgando de la pared, esta marca las dos de la mañana y ahora entiendo porqué estoy tan desesperado. Ha pasado mucho tiempo desde que Sheila vino a decirnos lo que sucedió y lo que iban hacer para averiguar lo que tiene el abuelo.

Mis tíos y mi padre se habían levantado minutos antes para estirar el cuerpo, se les nota cansados, pero aun así siguen acá con nosotros y eso es algo nuevo para mí ya que pensé que no se quedarían mucho tiempo.

Solo espero que no sea para agobiar al abuelo con sus estúpidas quejas o algo similar. Si es así tendré que hacer algo porque no voy a permitir que empeoren más las cosas y todo termine en una gran tragedia.

— No puedo más — Murmuro levantándome de mi lugar —. Iré a ver qué carajos sucede.

Las chicas se ponen de pie.

— Es mejor esperar, Gael.

— Pao tiene razón. Relájate, puedo asegurar que no tardarán en venir.

Las ignoro y voy en busca del maldito doctor. Le pregunto a un enfermero -que encuentro en medio pasillo- sobre dónde podrá encontrarse y él me indica que debe estar con algún paciente o en su consultorio. Así que después de agradecerle sigo mi camino, y como sé que es posible que no esté viendo a alguien más que no sea mi abuelo; voy directo al segundo lugar donde me dijo el chico.

Al estar al frente de su puerta respiro hondo, toco la puerta decidido a escuchar cualquier noticia y solo tardan unos segundos para abrirla. Mi mirada viaja a la persona que se presenta al frente de mí, Sheila luce cansada y... en sus ojos hay preocupación, tristeza.

Siento una punzada en el pecho, aunque odie admitirlo no me sigue gustando para nada verla de esa forma, pero tengo que mantenerme indiferente ante ella. Lucho conmigo mismo para no cometer un error del cual luego me arrepentiré y entro enfocando mi mirada en el doctor Gómez tiene un papel en su mano.

Debe ser los resultados.

Sheila

Cáncer.

Don Alfredo tiene cáncer y hay posibilidades de que la enfermedad esté avanzada.

Le realizamos el estudio dos veces para estar seguros y ambos dieron el mismo resultado. El doctor y yo decidimos darnos un respiro antes de dar la desagradable noticia, nos mantuvimos en silencio y cuando iba a decir algo alguien me interrumpió.

— Joven Relish, la señorita Evans y yo ya íbamos a informarles sobre la novedad — Cierro la puerta luego de que Gael entra y los vuelvo a ver

— Perdón, pero su demora me desesperó, ¿ya están los...?

— Sí, están listos — Le interrumpe el doctor —. Y no son buenas noticias.

Gael suelta un suspiro y yo muerdo el interior de mi mejilla. Temo por su reacción, y detesto tener presente que pase lo que pase no seré su apoyo... no como desearía serlo.

— Bien, entonces hable de una maldita vez — Espeta, desperado

— Don Alfredo tiene cáncer de pulmón y es posible que esté avanzado — Hablo al ver como el doctor se demora unos segundos más

Se voltea y me toma con fuerza de los brazos

— No me salgas con esas estupideces ahora — Su agarre se hace más fuerte —. El abuelo no puede tener cáncer, ¡No puede!

— Me lastimas — Susurro y me suelta con brusquedad.

— La señorita Evans está diciendo la verdad, Gael. Es más, si quieres puedes ver los resultados y confirmarlo — El doctor le entrega los resultados y él no tarda en tomarlos