bitácora de viaje

El avión de carga

El avión está tardando más de lo normal, todos aquí comienzan agitarse, eso es malo, muy malo. Un rugido, ruido, estallido, ni siquiera sé describirlo, viene de algún lugar, todos por alguna extraña razón comenzaron a correr, la chica morena volvió a verme y puede leer en sus labios: "corre", ese rugido son las puertas del muro abrirse, comencé correr hacia el contenedor, por mi mente solo pasaba Robert, que podría hacer ese viejo medio encorvado, él debe estar bien, todos nos empujábamos en un acto de supervivencia, pero todos saben por qué corren menos yo, supongo que solo yo no sé, cuando veo que personas con uniformes negros y armas nos persiguen, cuando capturan a uno, le colocan algo en el cuello y queda dormido. ¿Qué mierdas está pasando?, están entrando a los contenedores y matando personas, Robert, pasa por mi mente nuevamente, tengo que dejar de pensar y correr más fuerte me digo y me regaño, pero no avanzo, es un caos, siento que corro en círculos evitando a esas personas uniformadas.

<Usa los contadores a tu favor>, Robert me enseño un camino por encima de los contenedores que llegan al nuestro, decido seguir ese camino, en mi mente solo esta, llegar a casa pronto.

Algo me golpeo las costillas, siento que me falta el aire, me siento mareada, siento nauseas, en mi mente esta levántate y corre, las piernas no respondes, siento el rostro caliente, de repente escucho alguien riéndose.

-Estos malditos creen que pueden huir de nosotros, decía esa voz, te lo dije Jackson , esta arma es perfecta, no los mata, pero prácticamente los paraliza, como disfruto ver estos.

Se acerca y me ve directamente a los ojos

-¿Si ves Jackson?, ¿si ves el miedo en sus ojos?

Me levanto y lo empujo, gruño, enojado su casco cubre su rostro, el puñetazo que le di me dolió más a mí que a él, pero me dio tiempo para actuar y seguir corriendo.

Estoy por llegar ya casi, Robert sé fuerte, ¿Por qué tengo tanto miedo?.

-Robert – escuche mi voz cortada, Robert esta hincado, pienso en su rodilla, le duele, su espalda, cuanto le habrá costado colocarse en esa posición.

-Oh viejo, me mentiste, te dije que no me mintieras, ves por la mentira el mundo se pudrió. Pero veo que te llamas Robert.

Por qué nosotros, por qué le hacen esto a Robert, nada más me importa, ni todos los demás a los que se estaban llevando en los camiones, ni a los que estaban asesinando, por qué carajos hacen esto. Dos soldados ya se habían puesto detrás de mí.

-Así que veamos Robert, te pregunte de manera tranquila si vivías con alguien menor de veintitrés años, a los usted señor Robert –se sentía el sarcasmo en cada palabra que salía de su boca- respondió: no caballero solo vivo yo, tuve que sacarte a rastras a la calle y registrar tu contendor para verificarlo, y sí, no encontré ningún rastros de otra persona, pero esta bella chica esta parada delante de ti con una mirada de preocupación, ¿Cómo explicas esto Robert? – y dejo ir un rodillazo directo a la quijada de Robert.

-¡No! - grito Robert desde el suelo viéndome fijamente a los ojos, él ya había anticipado mis movimientos, después de todo fue él quien me convirtió en una persona increíble.

-Y tú vienes conmigo

-¿Me deja despedirme de él, señor?

-Claro, qué clase de persona sería yo sino dejara que se implementara el amor familiar.

Me hinque, sentía que todo el peso de la gravedad distribuida en toda la Tierra estaba sobre mí, me sentía realmente pesada, me costaba respirar, sentía un nudo en la garganta, <No les muestres tu miedo>, esas palabras de Robert retumbaban en mi cabeza.

-Volveré, sé fuerte – le dije mientras le daba un beso en su frente – quiero que estés aquí para cuando regrese.

Introdujo dos pequeños libros en mi bolsa colgante, y me dijo sonriendo: Claro hija, dónde más podría ir.

-¡Ay qué bonito! – pronuncio el soldado que parecía estar a cargo, lo extraño es que no sentí sarcasmo en sus palabras - ves, si esto es hermoso, cómo podríamos negarle esto a las personas. ¿Ya lista?, vámonos.

El soldado se regresa, solo hemos avanzado unos 5 metros, esto no está bien, por qué se regresa, en mi interior grite ¡VAMONOS!

-Se me olvida algo – se detuvo en seco – cómo yo podría desobedecer tales órdenes.

Siguió caminando y el ruido de alrededor se detuvo, o yo deje de escucharlo, sacó su arma, era re contraíble, le cabía en el bolsillo pequeño de su chaleco antibalas. Mi mirada con la de Robert se cruzaron y dijo <Te amo>, y no escuche nada, pero el cuerpo de Robert yace tendido en el suelo, con un agujero en la parte posterior de su cabeza.

-¡NOOOOO!, Robert por favor –sentí las lágrimas rodar por mi rostro, me tiembla todo el cuerpo, siento odio, rabia, enojo, y corro directamente hacia el tipo que acaba de matar a Robert.

Me deja ir un golpe en el estómago, se lo regreso, no quiero pelear, quiero despedirme de Robert, abrazarlo, besarlo y agradecerle por todo lo que hizo por mí, los tres me rodean, no despego mi vista de ninguno, todo da vueltas. Cuando algo me golpea por la espalda.

-Ya vez Jackson, me encanta Lusil, en menos de un segundo los deja quietos.

Levanto la vista hacia Robert, y todo se vuelve negro.