3. Para iniciar una nueva vida, tienes que iniciar algo nuevo.

3.9K 350 119
                                    

Kara.

Hace unas semanas atrás.

La rubia había despertado después de aquella pesadilla, donde escuchaba los gritos de su amada Lucy, gritaba de dolor. Todo estaba borroso, sentía un gran dolor en su pecho, vientre y brazo derecho.

-Doctora, ya despertó la teniente Danvers- gritó un joven enfermero que estaba revisándola.

Se sorprendió al ver a su antigua jefa de médicos, la doctora Isles que había rescatado hace tantos meses, ahora se le notaba un embarazo un poco avanzado.

-En cuanto me enteré tome mi Jet y volé directamente aquí a verte- dijo la rubia miel revisando sus heridas.

-Pudimos hacer lo que está en nuestras manos, pero en cuanto regreses a casa ve a que te quiten la bala incrustada en tu hombro- sonrió dulcemente la mujer.

Le acercó el agua para que tomará.

-¿Dónde está Lucy?- Kara preguntó adolorida por sus heridas, pero lo importante era saber de su esposa.

Ella supo que andaba mal cuando los ojos de la doctora Isles cambiaron a un dulce color miel, lejos de la fría doctora que era.

-Lo siento cariño, no se pudo hacer nada por ella. De hecho, Lois llegará para estar contigo y ver como llevaran el cuerpo a casa- la mujer le apretó el hombro.

Kara soltó un grito de dolor, soltó a llorarse. Había perdido a la mujer que más amaba en ese mundo. El calor reconfortante de la mano de la doctora la hizo sentir segura para dejar que el dolor la consumiera, aunque sea por un corto tiempo.

Actualidad.

A Kara la despertó el dolor sordo en el hombro, aún tenía la bala dentro de este, notó que la pelinegra no estaba a su lado.

Se levantó para prepararse para ir casa, encontró su ropa doblada en uno de los sillones del cuarto, incluso su ropa interior. Se vistió un poco adolorida, en su hogar tomaría su medicación para el dolor.

Salió de la habitación feliz de poder estar con la mujer que le gustaba. Se detuvo en seco cuando observó en la cocina a dos mujeres iguales, las observo sorprendida.

Sabía que estaba en problemas y eso la puso nerviosa. Observó a la mujer con la que se acostó.

-¿Lena?- preguntó extrañada.

La mujer a la que llamo Lena se le acercó y beso sus labios con mucha ternura.

-No teniente, soy Saskia. Y la de allá es mi gemela Lena- comentó con cariño la que se decía llamar Saskia.

-Y tenemos algo que proponerte, linda, siéntate, desayuna y escúchanos- dijo tranquilamente Lena.

Kara fue a sentarse en la barra de la cocina, pensando que era tonta, Saskia servía el desayuno para las tres y Lena les daba comida a los dos perros, la rubia les agradeció a ambas.

La rubia sabía que Alex la mataría por meterse con las chicas Luthor, eran hijas del dueño y al parecer también eran dueñas de parte del hospital.

Lena se sentó junto a ella y del otro lado se sentó Saskia, escuchó a Lena aclararse la garganta, volteó a verla sonriendo.

-Verás. Nos gustas a las dos. Y pensamos que eres muy buena en la cama. Saskia y yo compartimos gustos parecidos. Entre ellos las mujeres. Así que ambas te queremos a ti- explicó Lena señalándola con su tenedor.

Las dos caras de la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora