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- ¿El amor duele?

Bea y Aldana formaron una mueca al mismo tiempo y la observaron cómo si trataran de encontrar la respuesta correcta a su pregunta, cómo si supieran que contestaran lo que contestasen no le agradaría la respuesta.

Venus resopló y apartó la mirada de sus mejores amigas para volverla a posar en el dueño de sus dudas. Fabricio estaba a tan sólo unos metros y aun así lo sentía más lejos que nunca mientras lo veía reírse con otra mujer, tan cerca uno del otro que casi se sentía como si estuviera viendo algo prohibido, algo demasiado íntimo entre dos personas. Al parecer ella era la tercera en discordia.

- Deberías acércate — La gemela de pelo color rosa, Bea, posó una mano sobre su hombro en un gesto reconfortante. También intentó sonreírle para darle ánimos, pero Venus notó como le temblaron los labios.

Quiso preguntarles si creían que él volvería a engañarla, pero se tragó la duda, decirlo en voz alta sólo haría más real lo que le había hecho las veces pasadas y ella estaba intentando volver a confiar en él.

Fabricio tampoco se lo ponía fácil, no cuando uno de sus brazos rodeaba los hombros de Martina con demasiada confianza. No podía confiar plenamente cuando Venus aún podía ver con claridad los labios de su novio sobre los de otra, no cuando en su mente aún se repetía la vaga disculpa que él le había dado y no cuando el recuerdo de la sonrisa llena de satisfacción de Martina al verla llorar seguía grabada en lo más profundo de su ser.

-No sé si sea lo mejor

Quería acercarse, pedir una explicación y sacudirlo por los hombros, pero no podía moverse. Se sentía mal por dudar de él y de su querer, pero también se sentía mal viéndolo junto a Martina.

La primera vez que la engañó (o mínimo la primera que ella se enteró) Venus no supo cómo reaccionar... sólo se quedó quieta mientras Martina le contaba con detalles cómo Fabricio la besó y le describía cada promesa que le había hecho dejar a Venus era la primera.

Tampoco supo cómo reaccionar cuando enfrentó a Fabricio y él lo aceptó sin siquiera intentar negarlo, lo que la hizo pensar que ahí terminaba su historia juntos.

Después él se arrodilló y con lágrimas desbordándose de sus ojos le pidió perdón y le juró amor eterno. Y ella sólo se quedó quieta.

La segunda vez tampoco pudo moverse cuando él le dijo con naturalidad que unas semanas atrás estuvo con alguien más, Fabricio le dio tan poca importancia que Venus sintió ternura cuando él le besó la frente y la abrazó dejándola llorar contra su pecho. Sintió casi cómo una muestra de amor que se lo confesará.

- No, no creo que el amor duela.

La seriedad de Aldana, que un gracioso contraste con su cabello morado uva, le produjo un escalofrío que empezó en los dedos de sus pies y llegó hasta el último cabello de su cabeza.

A su alrededor, el aire se hizo pesado, tanto que Venus fue incapaz de seguir recolectando oxígeno por la nariz y tuvo que entreabrir los labios. Aun así no logró que su mente siguiera dando la orden de inspirar.

El tiempo se pausó, su cuerpo entero dejó de responderle y una vez más sólo se quedó quieta mientras Fabricio cerraba los ojos y juntaba sus labios con los de su acompañante.

El primer segundo de ese beso le detuvo el corazón, el siguiente se lo estrujó, el tercero la sorprendió, el cuarto la hizo sentir culpable — a lo mejor si él hubiera sabido que ella estaba ahí viéndolos a la distancia no la hubiera besado —, para el quinto su mente se quedó en blanco. Pero en el sexto no fue capaz de quedarse quieta. No esta vez.

No cuando en medio del beso Fabricio abrió los ojos y la miró directamente.

Así que para el séptimo ya se encontraba corriendo lejos de ahí.

Lejos de él.

Lejos de esa mirada.

Lejos de ese beso.

Lejos de dónde su corazón se terminó por romper.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Mar 03, 2023 ⏰

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