Hoseok se sintió relajar cuando notó que estaba a solo una cuadra de la mansión, así que su pasó disminuyo, hasta que paró para tomar aire, ya que sentía como le faltaba a sus pulmones. Al sentirse mejor, iba a avanzar de nuevo, hasta que un tirón en el brazo lo sobresaltó y más porque fue arrastrado al callejón más cercano.

Iba a gritar del susto, pero su boca fue tapada y cuando sus ojos vieron a la persona frente a él, sintió que iba a morir del miedo, por lo cual su cuerpo comenzó a temblar y apretó sus puños, arrugando la bolsa en estos.

— ¿Acaso creíste qué te dejaría ir tan fácil, pequeño Hoseoki?

Cuando Yoongi llegó a su hogar, no vio al pequeño omega por ningún lado donde solía estar cuando él llegaba, así que después de pensarlo un rato, se dirigió a su habitación, donde estaba el menor, enrollado en las sábanas, abrazando una almohada y...

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Cuando Yoongi llegó a su hogar, no vio al pequeño omega por ningún lado donde solía estar cuando él llegaba, así que después de pensarlo un rato, se dirigió a su habitación, donde estaba el menor, enrollado en las sábanas, abrazando una almohada y con la mirada perdida en algún punto de la habitación. El alfa sabía que esa no era una actitud usual en él, así que con tranquilidad se acercó a la cama, sentándose en la orilla de la misma y solo así fue que el pelinaranja se dio cuenta de su presencia.

Sus ojos tristes, iguales a los que hacía cuando hablaba de su pasado, lo miraron por unos segundos antes de lanzarse a sus brazos mientras un sollozo salía de sus labios, pero el alfa lo pudo distinguir, no era un sollozo normal, este sonaba aterrado. Sin dudarlo, lo acuno en sus brazos mientras lo dejaba liberarse de aquella carga emocional, acarició su espalda y cabello hasta que lo notó un poco más tranquilo, fue ahí cuando decidió hablar.

— ¿Hay algo qué deba saber? — Preguntó por lo bajo. Seguía teniéndolo cerca, así que no había necesidad de hablar alto.

Un titubeo nervioso que el pelinegro pudo distinguir, luego unos segundos silenciosos hasta que al parecer el menor tuvo una buena respuesta o más bien, excusa.

— Te compré un pastel y este se arruino, quería sorprenderte — Su voz fue temblorosa y luego el llanto volvió. Mentía o bueno, en parte era verdad, el pastel se había arruinado después de todo y ahora ya no era bonito.

 Yoongi suspiro y negó— No debes preocuparte por eso, siempre podrás comprar uno mejor, así que no llores — Murmuró para después dejar un pequeño beso en su frente.

Hoseok volvió a titubear, pero ya no dijo nada, solo asintió sin que el llanto cesara, solo se acurruco más contra el pecho ajeno, sintiendo su cabeza y pecho doler, pues ahora volvía a sentir como sus alas eran cortadas junto con su esperanza de ser libre. Quizás nació para ser un ave domestica que anhelaría por siempre la libertad y solo la podría ver desde el interior de su jaula.

Había pasado un rato desde que el omega había parado su llanto, pero ahora simplemente se sentía fatal por el dolor de cabeza y la hinchazón de sus ojos, así que prefirió mantenerse acostado mientras Yoongi trabajaba a su lado en la cama con el or...

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Había pasado un rato desde que el omega había parado su llanto, pero ahora simplemente se sentía fatal por el dolor de cabeza y la hinchazón de sus ojos, así que prefirió mantenerse acostado mientras Yoongi trabajaba a su lado en la cama con el ordenador en sus piernas.

— ¿Por qué volviste antes? — Preguntó por lo bajo el menor.

— Porque el trabajo que quedaba pendiente lo podía hacer desde aquí — Explicó con calma, sin despegar la mirada de la pantalla.

— Oh... —Murmuró y solo volvió a cerrar sus ojos mientras se pegaba al cuerpo ajeno, su calidez era buena y le gustaba— ¿Puedo preguntar en qué trabajas?

Al alfa le tomó por sorpresa aquella pregunta, pero no lo iba a dar a notar y además el menor no podía darse cuenta al estar con los ojos cerrados— Trabajo en una empresa.

— ¿Uhm? —El menor abrió los ojos y miró curioso al pelinegro— ¿Empresa de qué?

— De construcción —Despegó la mirada del ordenador para mirar, al contrario— ¿Por qué tanta curiosidad?

— Pensé que eras un mafioso — Se sinceró con el ceño fruncido y Yoongi rió, negando.

— ¿Parezco uno? — Elevó una ceja.

— Sí —Arrugó la nariz y se acurruco más a él— Pero no importa, no importa tu trabajo, solo no hagas cosas peligrosas — Susurró, volviendo a cerrar los ojos.

El pálido siguió mirándolo y con una pequeña sonrisa acarició el cabello naranjado del menor, ganándose un leve ronroneo— No te preocupes, no haré nada peligroso — Habló tranquilo y se ganó un leve asentimiento del contrario.

No pudo evitar volver a sonreír y negó sin apartar su mano del cabello contrario, volvió su vista al ordenador para seguir con su trabajo, pero no logró concentrarse lo suficiente al pensar la persona tan única que era el omega que tenía a un lado. Sabía que el menor no había fallado a sus palabras, pero él tampoco había mentido y no se lo diría, quizás no aún mientras las cosas estuvieran tranquilas.

 Sabía que el menor no había fallado a sus palabras, pero él tampoco había mentido y no se lo diría, quizás no aún mientras las cosas estuvieran tranquilas

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𝐈 𝐜𝐚𝐧'𝐭 𝐫𝐞𝐦𝐞𝐦𝐛𝐞𝐫 𝐭𝐨 𝐟𝐨𝐫𝐠𝐞𝐫 𝐲𝐨𝐮 © «YoonSeok» |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora