El sueño de la mayor se vio interrumpido por el enfadoso ruido del despertador perturbar en el cómodo silencio de su habitación. Sin embargo, luego de desactivarlo, talló sus ojos recordando el sueño que acababa de tener tan solo hace unos minutos. En realidad no era un sueño, era un recuerdo que se había encargado de bloquear desde que logró lo que tanto aspiraba a obtener desde pequeña: la atención de su padre.

Posó su vista en el reloj, faltaba una hora para que Jae-Eun se despertara. Salió de su cama, se dio una ducha rápida y se vistió con su uniforme revisando por última vez en su espejo que este estuviera impecable, al igual que su rostro y peinado. Pero al ver de reojo su caja de maquillaje sintió una pequeña pizca de envidia hacia su hermana, Jaesun quería darle color a su rostro así como Jae-Eun lo hacía pero, no quería ganarse un regaño de su padre.

Al menos, Jae-Eun era un poco más libre y eso la aliviaba de algún modo.

No le dio más importancia y se dispuso a bajar hacia la cocina para realizar un simple desayuno. Los rayos del sol apenas comenzaban a ser perceptibles, Jaesun rio imaginando que estos golpearían el rostro de su hermana y la despertarían de mal humor. Luego de comer, revisó sus redes sociales y de pronto una notificación saltó entre algunas que no le llamaron tanta la atención como esta.

Park S.
¿Tu hermana es alérgica a algo? Me gustaría llevarla como mi acompañante a la fiesta del equipo de fútbol :)
Es para que me dejen entrar gratis, ¡no me ignores!

Jaesun se quedó perpleja, no comió más después de ver esos mensajes. Su apetito se fue siendo sustituido por una amarga sensación que inundaba su cuerpo produciendo que unos desagradables escalofríos recorrieran su cuerpo y juntos estos atrayendo más malos recuerdos.

Ella estaba a punto de llamar a Sunghoon, dispuesta a gritarle todo lo que en ese momento permitiéndole a su ira actuar por ella, pero la llegada de su padre la detuvo.

─Buenos días.

Jaesun se reincorporó en su asiento limpiando los rastros de comida de sus comisuras. ─Buenos días, padre.

─Deja el celular y termina de desayunar, anda. ─Jaeyang tomó una manzana a la par que acomodaba su corbata bien hecha.

─Si, padre.

Ella apartó su celular apagando la pantalla de este, pero su mirada permanecía sobre el dispositivo. Su mente se encontraba repleta de pensamientos contra Sunghoon y sobre cómo proteger a su hermana, lo cual sería una tarea difícil. El leer las palabras "alergia" y "fiesta" juntas en una misma frase causó un efecto terrible en Jaesun, no deseaba volver algo parecido como lo que sucedió en la fiesta de Jake hace dos años. El arrepentimiento y culpabilidad de haberla dejado ir sola no se esfumaba de ella.

Se supone que una hermana mayor debía proteger a su hermana menor, casi como una madre. Pero Jaesun hacia todo lo contrario, era como si ella misma llevara a Jae-Eun a la boca del lobo y se quedara ahí quieta, esperando.

─Jaesun ─la voz grave de su padre la sobresaltó sacándola de sus pensamientos─, vámonos.

Ella asintió recogiendo sus platos. Tomó su mochila pero, antes de salir de la casa detrás de su padre, escribió en un pequeño pedazo de papel "Desayuna, buen día" y lo dejó en el plato con dos tostadas que había hecho para su hermana. Ahora Jaesun esperaba que su madre no terminara comiéndose el desayuno de Jae-Eun.

Al cerrar la puerta, Jaesun echó un vistazo a sus espaldas a la ventana de Jae-Eun, viendo que su cortina de color rojo tenía un suave movimiento. La mayor supuso que ya se había despertado. Por otro lado, su padre cerró la puerta del auto de un portazo poniendo el auto en marcha a lo que Jaesun se apresuró para adentrarse al vehículo en el asiento del copiloto.

DADDY ISSUES, park sunghoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora