Bleu Clair = Amor Joven

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—¿Qué pasó Hyunjin? —Preguntó Chan acercándose a paso apresurado

—No lo sé, creo que lo volvieron a golpear —Dijo Hyunjin con ira tras dejar a Félix sobre el sofá

—Deberías hablar con él... —Dijo el mayor saliendo de la habitación para buscar el botiquín que estaba seguro tenían en el baño

En silencio, procedieron a curar a Félix, observando todas las viejas cicatrices que este mantenía ocultas, curaron sus brazos notando más de estas feas marcas y Hyunjin cambio la destrozada camisa de Félix por una propia.

—Hyunjin, deberías hablar con él, tal vez puedas detener esto —Pidió Chan cuando ya habían acabado de curar al menor

—¿Crees que no lo he intentado? Además, no quiero liarla insistiendo Chan, esta vez sí me importa —Dijo Hyunjin viendo con dolor al pecoso

—Cuántas veces te he escuchado decir eso Hwang, ya hasta perdí la cuenta —Dijo Chan en tono de reproche, negando con su cabeza

—Esta vez va en serio, me gusta Chan y no cambiaré de opinión —Aseguró Hyunjin arropando al menor, Chan solo negó con su cabeza, allí iba otro.

Porque tal vez Hyunjin haya visto el celeste, lo haya sentido, vivido, pero no durado, ¿esta vez podría ser diferente?

Cuando Félix despertó, estaba en un lugar que no conocía y no recordaba cómo llegó allí, así que su primer instinto fue entrar en pánico, pero rápidamente pudo sentir como Hyunjin se colocaba a su lado al verlo despierto, envolviéndolo en sus braz...

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Cuando Félix despertó, estaba en un lugar que no conocía y no recordaba cómo llegó allí, así que su primer instinto fue entrar en pánico, pero rápidamente pudo sentir como Hyunjin se colocaba a su lado al verlo despierto, envolviéndolo en sus brazos, generando una cálida y celeste sensación dentro del pecho del pecoso.

—Qué bueno verte despertar Félix, me tenías tan preocupado —Dijo Hyunjin sin alejarlo de su pecho, el menor rió suavemente por el dolor en sus costados

—No debiste alarmarte —Dijo Félix alejándose, ignorando el dolor en su cuerpo, por la costumbre no se quejó, aun así, el alto lo vio con preocupación ante su nula expresión de dolor

—¡Claro que debía! Pero ahora estarás mejor, perdón si no te gusta la idea, pero te traje a la casa que comparto con Chan, curamos tus heridas y cambie tu camisa —Contó el mayor viéndolo a los ojos

—Gracias por eso Hyunjin, pero no debiste molestarte —Aseguró Félix con una suave sonrisa que disimulaba las molestas mariposas en su estómago

—Claro que debía —Y no dijeron más, porque al chocar miradas se perdieron en la del otro, ambos cayendo rendidos por el celeste.

El pequeño Félix conoció el celeste, pudo sentir cómo su corazón se agitaba y las típicas mariposas hacían estragos dentro de él.

Ambos se acercaban de forma lenta poniendo nervioso a Félix, ¡era el primer maldito beso que se daba con alguien que él realmente quería! El mayor tomó del mentón al pecoso, acercándolo hacia si, Hyunjin corto la distancia sellando un momento memorable, el menor al principio era tímido, pero rápidamente consiguieron llevar un ritmo lento que demostraba todos esos sentimientos que ocultaban.

El pelinegro se sentía en el cielo, los labios de Félix eran tan suaves como imaginaba, lo hechizaban. Ambos se separaron luego de un rato con suaves jadeos sin apartar la vista del otro, se sonrieron de forma lenta para luego salir del hechizo de amor en el que habían estado momentos antes. Al momento de separarse, Félix pudo ver como el sol se escondía, evento que causo que se pusiera pálido, asustando a Hyunjin.

—¿Todo está bien Félix? —Pregunto Hyunjin con temor de haber incomodado al pecoso

—¡Sí! Es que de-debo irme Hyunjin —Luego de decir el menor se despidió con un beso en la mejilla del pelinegro y salió corriendo como alma que lleva el diablo, soltando un par de quejidos en el proceso, dejando a un impactado Hyunjin sobre su sofá, el cual solo negó con expresión apagada.

Félix iba a corriendo sin detenerse, escuchando cómo sus huesos crujían y un par de lágrimas querían salir por el dolor, pero no podía dignarse a llegar tarde, no de nuevo, para su suerte Hyunjin vivía medianamente cerca, así que de forma rápida llegó a su casa, aliviado de que su padre no estuviera aún en esta.

Al entrar se dirigió a su habitación, arrojando su mochila en el suelo, al verse al espejo vio su reflejo demacrado, pero no se sintió mal consigo mismo, la magia del momento que vivió con Hyunjin no le permitía sentirse mal. Noto la camisa del mayor, por lo que rápidamente se la cambió por una propia, su padre sin dudar notaría una camisa en tan perfectas condiciones con facilidad y por cuanto quisiera no cambiarse de ropa, conocía los riesgos de hacer enojar a su padre. Momentos después pudo escuchar como su padre ingresaba en la casa, este al verlo en donde él quería solo sonrió de forma sínica y así comenzó la noche.

Pero al menor poco le importaba que uno tras otro y tras otro hombre entraran porque su mente se perdía en lo que sintió esta tarde. Sin dudas el celeste hace estragos en el corazón.

 Sin dudas el celeste hace estragos en el corazón

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[  -Jiune]

¿La vida tiene colores? | hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora