Capítulo 8: El compromiso

Comenzar desde el principio
                                    

Ella me sugerio que la tirará por las escaleras pero esa idea era demasiado arriesgada. Había muchas ideas pero la mayoría eran lo bastante arriesgadas como para perder a Sarah de un momento a otro.

-Ya sé la solución- la mire atenta mientras ella sostenía su tostada con mantequilla de fresa -Voy a fingir mi muerte- su idea sería dolorosa para el doctor Smith pero beneficiosa para ella.

-¿Y si finjimos que te has caído por las escaleras?- no quería pero teníamos que fingir la caída de Sarah.

Un poco de buena actuación y las bolsas de ketchup caducadas de la cafetería nos ayudarían. Sarah se tiro en el final de las escaleras y yo derrame la salsa. Obviamente tuve que manchar su ropa para que pareciera que el bebé había muerto. Le dije a Sarah que comenzará a actuar para que fuese más creíble. Su drama comenzó, comenzó a gritar como si se hubiera roto una pierna.

-¿Que ha pasado?- el doctor Smith salió de su oficina, su preocupación se notaba.

-Sarah se a caído de las escaleras- fingí que estaba completamente nerviosa.

Tan pronto como me escucho vino corriendo justo a nosotros. Su cara de horror al ver la sangre falsa era demasiado notoria. Como si el bebé que había en su vientre fuese de él.

-Creo que he perdido mi bebé...- incluso su llanto parecía real.

El doctor Smith levantó a Sarah del suelo. Pero de pronto se quedó mirando hacia el ketchup, comencé a temer que hubiera descubierto la farsa. Su cara de desagrado parecía ponerme en lo cierto.

-Sarah, el bebé... Era de un guardia- él la abrazo -No llores por eso, no quería que tuvieras ese maldito recuerdo en qué tu cabeza- le dio un beso en la frente.

Me quedé alucinada, al principio fue como si fuera el padre del bebé pero al parecer ya había averiguado quien era el verdadero padre. Pero, ¿por qué se creía el padre en un inicio? Que yo sepa Sarah y él no han hecho nada. ¿Y si hay algo que yo no sé?

-Necesito hablar contigo, Sarah- ella me miro de inmediato, su cara era de aterrada - Quiero que hablemos a solas en mi oficina de una cosa importante- comenzó a hacerme señas para que dijese algo para que se escaqueara.

-Doctor Smith, ¿puede hablar con ella más tarde? Es que ahora la iba a llevar a la enfermería para que comprueben que está bien- la mirada de Smith era fría como el tempano, como si me estuviera amenazando con la mirada.

-Veras, ______, es algo de suma importancia y que tu también deberías saber- me sorprendió, ¿que había pasado? - Vamos a cambiar a Jason de habitación, luego Sarah te informará del porque- él colocó su brazo sobre los hombros de Sarah y la llevó a su oficina.

Narra Sarah:

Tenía miedo de lo que pudiera hacer este Jason. Parecía completamente obsesionado conmigo. Incluso corto con Elisa por mi. Había algo más que no podía ver, al menos sabía que si él hubiera sido el responsable de mi embarazo hubiera sufrido más con ese supuesto aborto involuntario.

Su oficina era pequeña pero tenía un toque de glamour antiguo. Aun así, tenía un buen gusto.

-Mira, Sarah. He visto el miedo que me llegas a tener, al principio lo ignoré pero luego me di cuenta de la verdad- ¿Que iba a decir este inútil? ¿Que lo amo? -Dime, ese martillazo te dolió mucho. Aun peor fue que te destripasen. Pero si por algo tu prueba de embarazo dio positivo fue porque moriste embarazada- ¿Como es que sabía eso? Seguramente se lo dijo Jason.

-¿Crees que sabiendo que me paso puedes hacer que me enamoré de ti? Eres un rufián, lo noto. No eres nada bueno-  sacó una sonrisa sádica, sabía desde mi interior que había algo mal en él.

-No me digas eso, sabía desde el principio que el bebé que tenías era del hombre que te mató. Pero, ¿enserio creíste que caería en el truco del falso aborto? Al parecer no te percatas del mal olor que puede llegar a desprender- colocó su mano sobre mi estómago y comenzó a apretar.

Dolía mucho, más que cualquier apuñalada. Apretaba con fuerza hasta que note como la sangre bajaba por mis piernas. Lo había matado al completo. Ahora no había nada en mi interior, nada hasta que llegó ese dolor intenso.

-Te he liberado de ese dolor intenso, ese peso que te hace sufrir. ¿No es maravilloso sentir el último dolor que podrás vivir?- era un monstruo, un asesino sin piedad. ¿Quien diría que el psicólogo estaba más loco que su paciente?

Las lágrimas brotaron de mis ojos, estaba llorando. El dolor se iba poco a poco. ¿Por qué hacía esto? ¿Que obsesión tenía? Tenía que enfrentar el problema, tenía que darle lo que quería. Y luego, lo mataré. Lo mataré para que no haga sufrir a nadie más.

-Jason- dije con mis voz débil mirando hacia el suelo.

-Dime, querida. ¿Que es lo que quieres?- lo miré a los ojos y lo besé.

Estuvimos unos segundos inmóviles, luego me separé su cara era de sorpresa. Pero luego asomo una sonrisa de satisfacción.

-Te amo tanto, Sarah. Quiero saber si quieres pasar lo que me queda de vida junto a mi- Era obvio que no, pero podría utilizar ese recurso para matarle.

-Quiero casarme contigo, Jason- su alegría se hizo notar.

Genial, ahora veamos a que nos depara este compromiso. Seguramente tendrá un sangriento final.

Lo que siento en verdad (Jason the toymaker x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora